La existencia de un superávit fiscal primario record es, que duda cabe, una buena noticia. Los empleados estatales sueñan entonces con el demorado incremento salarial que está congelado desde hace 12 años. Sin embargo, los trabajadores de la Asociación de Empleados Legislativos (APL), que conduce Ricardo Sablich no están dispuestos a esperar. “Estamos en asamblea permanente y no descartamos realizar en los próximos días una movilización junto a otros gremios estatales frente a la Jefatura de Gabinete”, aseguró el sindicalista.
La decisión de manifestar frente a las oficinas de Alberto Fernández no es gratuita. El jefe de ministros tiene desde el año pasado la potestad de redirigir los fondos del Estado, según la delegación de poderes que votó el año pasado el Congreso en oportunidad de aprobar el Presupuesto 2004. Esto será el comienzo del plan de lucha, pero habrá un anticipo. APL le expondrá sus quejas a Fernández el próximo miércoles cuando presente en el Congreso su informe mensual.
Hace dos años que los empleados estatales reclaman una recomposición salarial. Lo único que se consiguió hasta el momento es la restitución del 13 por ciento que les descontó Fernando de la Rúa. “La crisis del 2001 quedó atrás. En el 2003 la economía comenzó a mejorar y creemos que llegó la hora de una modificación de la escala salarial”, insistió Sablich.
El sindicalista agregó que el gobierno nacional debería al menos dictar un incremento de emergencia similar al que otorgaron a los privados, esto es unos 250 pesos y para todas las categorías. Pero el reclamo de APL no termina allí, entienden que el Ejecutivo debería abrir una negociación para avanzar sobre algunas mejoras en las condiciones laborales que se expresen también en la boleta de sueldo. El reclamo no termina en la cuestión salarial, también ponen énfasis en la situación que atraviesa la DAS, la obra social del Congreso: “Si bien hubo un salvataje financiero, la prestación del servicio se ha deteriorado y las actuales autoridades nada hacen por salir de la crisis”, indicó Sablich.
Si bien el centro de los reclamos recaerán en el jefe de Gabinete, los legislativos también recurrirán a las autoridades del Parlamento, incluidos los jefes de bloques, porque “de hecho, ellos son nuestros patrones”. Sablich no disimula el malhumor con los legisladores. “Siempre que hablan de la crisis del Congreso se refieren a los empleados como si fuéramos los responsables y prometen mejoras administrativas, pero se olvidan que por esta situación hay responsables políticos” señaló.