Por V. G.

Si Fernando de Santibañes utilizó plata de la SIDE para pagar a los senadores que votaron a favor de la Ley de Reforma Laboral –tal como lo consideró el juez federal Rodolfo Canicoba Corral–, el jefe de los espías debe ser acusado no sólo por abonar la coima, sino también por “sustraer dinero del Estado”. Con este razonamiento, el fiscal ante la Cámara Federal, Germán Moldes, señaló ayer que debe ser ampliado el procesamiento contra el empresario, medida que complicaría su situación judicial.
Moldes sostuvo que, así como Canicoba Corral tuvo por probado que en abril de 2000 el ex jefe de la SIDE participó del pago de sobornos a los senadores, “también está acreditado que para afrontar esa entrega dispuso de caudales que tenía bajo su administración”. Por lo tanto, al delito de “cohecho” debe agregarse el de “peculado”. El primero tiene una pena de entre uno y seis años. El segundo prevé una condena de hasta 10. Ambos son excarcelables, pero su acumulación podría tener consecuencias sobre la libertad del acusado. De hecho, el mismo Canicoba Corral encarceló a María Julia Alsogaray al aplicarle la figura de “peculado”.
Al margen de la situación de De Santibañes a corto plazo, es seguro que la ampliación del procesamiento complicaría judicialmente al empresario y convertiría en más cercana la posibilidad de que termine preso al enfrentarse con un tribunal oral.
En el dictamen que presentó ayer ante la Cámara, Moldes señaló que la intervención del ex jefe de la SIDE en el pago de los sobornos “fue fundamental”, pues “aportó el dinero a repartir y, para ello, previamente lo sustrajo del conjunto que él administraba”, sin lo cual el soborno “no habría podido cometerse”. Destacó que “los 5 millones de pesos que (De Santibañes) ordenó sacar de las arcas de la secretaría” eran parte de los fondos públicos y que “esa suma fue apartada, extraída, separada de la esfera de la actividad patrimonial de la administración pública, quebrantando la ley”.
De Santibañes fue procesado por Canicoba Corral el 23 de enero pasado, junto con los ex senadores José Genoud (UCR) y Emilio Cantarero (PJ) y el “arrepentido” Mario Pontaquarto. La confesión del ex secretario parlamentario fue central para que el juez tomara esa decisión.
Pontaquarto aseguró que el 18 de abril de 2000, aproximadamente a las dos de la tarde, fue a la SIDE para coordinar el retiro del dinero destinado al pago de las coimas. Volvió por la noche, cuando la secretaria de De Santibañes le entregó un maletín, una valija y una caja con cinco millones de pesos. El “arrepentido” dijo que repartió la plata de la siguiente forma: cuatro millones trescientos mil pesos para Cantarero y 700 mil para Genoud. Su testimonio fue ratificado por otros indicios, como entrecruzamientos de llamadas telefónicas y registros de la SIDE.
Freiler y Delgado ya habían pedido la ampliación del procesamiento de De Santibañes. Sobre ese reclamo deben expedirse los camaristas Horacio Vigliani y Martín Irurzun, quienes también deben resolver si confirman la acusación contra Genoud, Cantarero y Pontaquarto. Hace un mes los fiscales solicitaron que el ex presidente Fernando de la Rúa y el ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique sean citados como sospechosos y pidieron el procesamiento de los ex legisladores peronistas Augusto Alasino, Alberto Tell, Ricardo Branda y Remo Constanzo. Pero Canicoba Corral quiere conocer el fallo de la Cámara antes de convocar a nuevos sospechosos.