EL PAíS
› KIRCHNER SE REUNIO AYER EN
NUEVA YORK CON EMPRESARIOS NORTEAMERICANOS
Muchos halagos y alguna que otra promesa
En su primer día en Estados Unidos, el Presidente se reunió con empresarios estadounidenses radicados en la Argentina. Destacó el crecimiento de la economía criolla y prometió reglas claras para inversión. Regresa Delta Airlines. El record de Motorola y Coca Cola.
› Por Felipe Yapur
El presidente Néstor Kirchner ingresó al salón del tercer piso del hotel Peninsula, ubicado en la Quinta Avenida, acompañado de su comitiva. Se trataba del primer encuentro con empresarios norteamericanos en su gira no oficial, la tercera desde que asumió la presidencia. Estrechó la mano de los doce ejecutivos que allí lo esperaban. Sin mucho preámbulo, Kirchner desgranó un detallado informe de la situación económica argentina. Habló del crecimiento, de la solución a la crisis energética –a través de inversiones tanto públicas como privadas– y les garantizó reglas de juego claras para las inversiones. La primera evaluación que realizó la comitiva oficial fue positiva. El dato a tener en cuenta es que el país no es desconocido para los empresarios participantes, ya que están instalados desde hace tiempo en la Argentina.
Fueron cuarenta minutos ininterrumpidos en los que Kirchner aprovechó para tirar sobre la mesa los datos que muestran el crecimiento económico. El Presidente se preocupó en recordar el reciente estallido del 2001, tras el cual sobrevino la devaluación. “Luego de superar la crisis la Argentina mostró en el 2003 un crecimiento del PBI del 8,7 por ciento”, dijo Kirchner a los ejecutivos.
Junto al Presidente se encontraban el canciller Rafael Bielsa, el embajador argentino en Estados Unidos, José Bordón, el jefe de los diputados justicialistas, José María Díaz Bancalari, los presidentes de las comisiones de Relaciones Exteriores del Senado y la Cámara baja, Ramón Puerta y Jorge Argüello, respectivamente, el senador catamarqueño Oscar Castillo (UCR) y el gobernador entrerriano Jorge Busti.
Del otro lado de la mesa se acomodaron los representantes de Advent International, una empresa que controla bodegas, laboratorios e incluso OCA; la cerealera Cargill; Coca Cola; la farmacéutica Eli Lilly and Company; Equifax, dueña de Veraz; General Mills, la alimenticia dueña entre otras de La Salteña; IBM; la contratista de defensa Lockheed; Motorola; la tabacalera Philip Morris; Vintage Petroleum y Delta Airlines.
Dos horas duró el encuentro, donde se sucedieron cortas exposiciones y preguntas. El representante de la fábrica de bebidas gaseosas, Rodrigo Calderón, fue el único que habló con los periodistas. En perfecto castellano, aseguró que “si el índice de confianza se mide por la venta de Coca en la Argentina, entonces está por las nubes”, dijo y mostró su mejor sonrisa.
Según comentaron los participantes argentinos, las preguntas estuvieron dirigidas fundamentalmente a la necesidad de contar con reglas claras a la hora de hacer inversiones. Kirchner hizo hincapié en que esas reglas existen y que la muestra más palmaria está dada por “la recuperación en casi un 80 por ciento de su capacidad ociosa”.
En sintonía, el representante de Motorola, Michael Kennedy, se jactó de que en los últimos meses las ventas de celulares en la Argentina treparon un 400 por ciento. El resto de los empresarios reconocieron que sus finanzas mejoraron en el país aunque aclararon, a modo de broma, que “no superaban” las ganancias declaradas por la empresa de telefonía celular.
Más allá de los reconocimientos por el crecimiento, también hubo entre los empresarios preocupación por la situación energética. Kirchner insistió con dejar en claro que la crisis es fruto del crecimiento y que la solución está encaminadacon la conformación de la nueva empresa estatal de energía, y que en los próximos días se anunciará la construcción, con capitales públicos y privados, de un nuevo gasoducto. “El Presidente fue muy claro y les pidió calma”, contó uno de los voceros.
Ante una inquietud del representante de la Vintage Petroleum, Charles Stephenson –quien además de cuestionar el nivel de las retenciones a los combustibles pidió que se luchara más firmemente contra los sectores que evaden impuestos–, Kirchner le recordó que cuando se impuso ese sistema impositivo el precio del barril era de 22 dólares y ahora llegó a 38, por lo que “han ganado mucho desde entonces”.
Según aseguraron dos de los acompañantes de Kirchner, el dato más optimista fue la confirmación del regreso de la aerolínea Delta a la Argentina: “Hace tres años nos fuimos por la crisis. A partir de diciembre, estamos nuevamente en el país”, señaló el vicepresidente de la firma Scott Yohe.
Para hoy Kirchner tiene una agenda algo más apretada. Mantendrá una nueva ronda con empresarios del sector tecnológico y financiero, cerrará la reunión del Council of America y por la tarde mantendrá un diálogo abierto con el economista Paul Krugman, reunión que se podrá seguir por Internet a través de la dirección www.dialnsa.edu.
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