Por A. M.

Llegó la hora de los careos en el juicio oral contra los Fassi Lavalle. O al menos así lo entiende el fiscal Miguel Schamún, quien ayer pidió al Tribunal Oral en lo Penal Económico (TOPE) 3 que vuelvan a ser interrogados seis de los diez imputados en el proceso. Según Schamún, Omar y Liz Fa-
ssi Lavalle, Marcelo Mazzini, Oscar Marocco, Mauricio Grisolía y Alejandro Torriani incurrieron en contradicciones cuando fueron indagados durante las primeras audiencias. Ayer declaró el último de los imputados, Torriani, definido por Marocco como “el ojo del accionista” en Sky Ranch de la Costanera. Marocco era el dueño oficial del local donde funcionaba el restorán fashion de la década menemista.
Este empresario había dicho que Torriani “no cumplió bien con su tarea, fue negligente y poco operativo” en el control del cumplimiento fiscal, y afirmó que eran amigos “desde la infancia”. Su secretaria se explayó describiendo que iban juntos a practicar deportes. Marocco precisó que la tarea de su amigo en el restorán era controlar lo que él no podría porque estaba siempre de viaje, y, además, porque la inversión con los Fassi representaba para él apenas un “kiosco”. Ayer Torriani explicó que no está seguro de lo que firmó en aquella época, a mediados de los noventa, porque lo presionaban para hacer las cosas rápido. Según una de las partes del juicio, el acusado “declaró bien”, pero otros entendieron que no pudo explicar la ausencia de remitos en la operatoria del Bingo Belgrano, del que Marocco era dueño. A su favor habrían jugado dos facturas por montos millonarios que justificarían la ausencia del detalle de las rendiciones ante la DGI. El TOPE 3 decidirá hoy si hace lugar a los careos pedidos por el fiscal, y, en tal caso recién luego de producidos comenzarían a desfilar los primeros testigos, de una lista que llega a casi 200.