Página/12
en México
Desde Guadalajara

A Eduardo Duhalde no se lo vio mucho por Guadalajara pero sí en el Tango 01. El ex presidente participó de la III Cumbre de América latina, el Caribe y la Unión Europea en su carácter de titular de la comisión permanente de Mercosur. En las contadas reuniones que mantuvo buscó darle aire a su ambiciosa propuesta de crear una Confederación Sudamericana de Naciones, el primer paso hacia la más ambiciosa aún Confederación Latinoamericana, algo así como un sueño bolivariano en tiempos de la globalización. Entre tanto presidente, el paso de Duhalde por la cumbre no resultó muy llamativo, pero en el avión presidencial fue el más locuaz. A la ida, dando su parecer sobre la salud de Néstor Kirchner y ayer, a la vuelta, ofreciendo un plan ad hoc de reforma política que incluiría: fin de las listas sábana, un cupo sub-40 por el que la mitad de los candidatos del PJ deberán tener menos de 40 años y la imposibilidad de que una persona ocupe más de dos veces el mismo cargo electivo. Dijo que ésa es la manera de terminar con lo que denomina la dirigencia “escatológica” de los partidos tradicionales, en la cual se incluye.
Contó que el jueves se reunió con quien vendría a ser su par, el presidente de la Confederación Andina de Naciones (CAN), el peruano Alan Wagner. Con él charló sobre el proyecto de la unión sudamericana al que intentarán darle una forma más acabada en un cónclave birregional que se realizará en dos semanas en Lima. Duhalde quería sumar al proyecto al presidente de México, Vicente Fox –quien también promete asociarse al Mercosur– pero el anfitrión de la Cumbre de Guadalajara no tuvo respiro en estos dos días y quedaron en encontrarse con más tiempo en julio. Luego, el ex presidente participó junto al resto de la comitiva argentina de algunas reuniones y también se hizo un hueco para aprovechar el gimnasio del Hotel Intercontinental en el que estuvo alojado.
Ayer, poco después de que el Tango 01 alcanzara su altura crucero luego de despegar de Guadalajara, Duhalde se acercó hasta la parte trasera en la que viajan los periodistas y se sentó en una de las butacas de la primera fila dispuesto a contestar preguntas. Aun en las que no respondió, dio su punto de vista. Por ejemplo, cuando le preguntaron si seguía pensando que Kirchner debía ser el presidente del PJ. “No, basta, de eso no hablo más. Porque si lo decimos parece que a él le molestara”, dijo, refiriéndose al Presidente. “La normalización del PJ va a quedar para el año que viene”, anunció.
También habló sobre su relación con Kirchner y descartó que su ausencia del Tedéum del 25 de Mayo tuviera que ver con enfrentamientos del poder. “Ya estoy cansado de esos actos protocolares. No hace falta que vaya a la Casa Rosada o al Tedéum. Con Kirchner nos veremos cuantas veces haga falta y ustedes no se van a enterar”, dijo a los periodistas.
Lo más llamativo fue la reforma política propia que esbozó. Ya el diputado Alfredo Atanasof, en representación del duhaldismo, presentó en el Congreso un proyecto para eliminar las listas sábana que le ganó de mano a la iniciativa de reforma política que prepara el Gobierno, tal vez a fuego demasiado lento. “Para mí es una hipocresía pero ya está: la gente no quiere a las listas sábana así que hay que eliminarlas”, explicó Duhalde, un fanático seguidor del humor social a través de las encuestas. Y aclaró que si algún amigo suyo se niega a votar su derogación en el Congreso, mejor que se olvide de integrar la próxima boleta de candidatos. En su opinión, la eliminación de las listas sábana no tendrá el efecto que se imagina. Así, volvió a defender la lista de diputados de ex ministros que armó para la última elección e hizo un repaso de nombres y sus méritos: su esposa Chiche, Carlos Ruckauf, Graciela Camaño, José María Díaz Bancalari, Eduardo Camaño, Pepe Pampuro. “Una lista de jerarquía. Si no hubieran estado las listas sábana habríamos sacado más diputados todavía. ¿Quién conoce a los candidatos de los otros partidos?”, opinó.
Vestido de sport y de buen humor, Duhalde siguió conversando hasta que apareció el canciller Rafael Bielsa para sugerir que se despejaran los pasillos del avión, así podían pasar los carritos con la cena. “Allá adelante hay un breham...”, explicó el canciller en lenguaje poco diplomático.
Pero, antes de eso, Duhalde siguió con uno de sus temas favoritos que consiste en hablar pestes de la clase política del pasado, en la que se incluye. Por eso, como forma de renovación anunció que propondrá que por lo menos la mitad de los candidatos del PJ sean menores de 40 años para garantizar una renovación. La idea, claro, comenzaría siendo puesta en práctica en su área de influencia, el PJ bonaerense. Y para ello tendrá que ser aprobada por la conducción que encabeza el octogenario caudillo de Lanús, Manolo Quindimil.