EL PAíS
› LANZARON EN MENDOZA EL PROGRAMA “TU CARTA VA A LA ESCUELA”
Desde la frontera hacia todo el país
A casi dos mil metros de altura, más cerca del cielo y rodeado de montañas blancas, está escondido el pueblo de Uspallata. En ese valle iluminado por el intenso sol que refleja la nieve del Aconcagua, miles de niños concurren a la escuela de frontera elegida por el Ministerio de Educación para lanzar el programa “Tu carta va a la escuela”. Desde aquel rincón de Mendoza partirán miles de palabras con destino a otros colegios del país, al correo de lectores de algún diario, o al ministro de Educación, de manera gratuita. En plena era cibernética, donde las cartas casi se extinguen como forma de comunicación, la iniciativa impulsada por el programa de Escuela y Medios del Ministerio intenta recuperar aquella tradición para que los chicos se comuniquen, mejoren su nivel de escritura y difundan sus necesidades.
“Somos muchos. Necesitamos una escuela.” El reclamo salió de boca de una pequeña alumna de tan sólo 10 años. A pesar de tener al propio ministro de Educación frente a sus ojos, a Melisa no le tembló la voz cuando leyó su carta. En su pueblo viven más de 7 mil personas y hay solamente tres escuelas. A la suya asisten más de 900 chicos, que no pueden cursar sus últimos dos años porque las aulas no alcanzan. Su pedido no llegó al buzón. Minutos después de hacerlo público ante gran parte del pueblo, el ministro Daniel Filmus se comprometió a construir en Uspallata uno de los 700 colegios que se levantarán en todo el país a partir de otro programa nacional.
La mayoría de los chicos de este pueblo, por donde alguna vez pasó el general San Martín en su camino hacia Chile, son hijos de gendarmes y militares. Desde que nacieron, viajan de provincia en provincia según el destino que les toque a sus papás. Ese es el caso de Mauro, alumno de Nuestra Señora de las Nieves, quien a fin de año debe partir nuevamente hacia algún otro punto del país. “Lo más lindo es que conocés muchos lugares, lo feo es tener que dejar a tus amigos”, cuenta y enseguida aclara: “Pero a mí me gusta. Creo que me aburriría de vivir en un solo lugar”. Quizá por sus interminables viajes, Mauro eligió escribirles a los alumnos de una escuela de la ciudad de Córdoba para contarles cómo es vivir en Uspallata. “Me gusta conocer qué hacen los chicos de mi misma edad que están en otras provincias. Estoy seguro de que me van a responder pronto”, sueña en voz alta.
Poder comunicarse, y conocer las historias de chicos de otras ciudades, es uno de los objetivos del programa que comprende a 500 escuelas de frontera, con frecuencia, las más aisladas del país. El franqueo está cubierto por el ex Correo Argentino, ahora Correo Oficial, que donó a la iniciativa 20 mil sobres con su estampilla impresa para que tanto el remitente como el destinatario puedan cartearse de manera gratuita.
Otra finalidad, evidenciada en las cartas que los alumnos leyeron frente a las autoridades, es aprovechar ese medio para plantear sus necesidades. “La escritura en manos del pueblo es un instrumento para exigir por sus derechos. Genera la posibilidad de pedir y demandar lo que es propio”, les recordó a los alumnos, el ministro de Educación.
Rodrigo fue uno de los chicos que entendió perfectamente esta posibilidad. Con sus pequeños 10 años, su pedido no lo generó una necesidad de su escuela sino la urgencia de un colegio vecino. “Los chicos precisan ropa de abrigo, zapatos, útiles, alimentos para el comedor y, principalmente, calefacción. En invierno tienen que venir todos a una de nuestras aulas porque allá no tienen gas y pasan mucho frío”, explicó Rodrigo con su carta lista para entregar al correo, con destino al ministerio. Algunos de sus compañeros del colegio Combate de Potrerillos recorren todos los días 50 kilómetros desde Polvaredas, un pueblo que tiene una sola escuela primaria y ninguna secundaria. Esos chicos deben concurrir al turno tarde porque no existe transporte que los traiga por la mañana e incluso, cuando caen grandes nevadas, ni siquiera puedan llegar a sus aulas.
Informe desde Mendoza: Martina Noailles.