La Legislatura porteña creó ayer el Programa garrafa social para ayudar a las familias pobres que no tienen gas natural. La iniciativa fue votada por impulso de los legisladores Fernando Melillo, Laura Morresi y Marcelo Godoy y tiene como objeto subsidiar la compra de garrafas de 10 kilos. El subsidio consiste en un bono de diez pesos que recibirán aquellas familias que viven en condiciones de pobreza e indigencia.
Melillo, coautor del proyecto, consideró “lamentable” que la cobertura del servicio de gas natural no cubra a todos los hogares porteños “a pesar de que han transcurrido más de diez años de la concesión”. Además, el legislador del ARI denunció la existencia de un “oligopolio que perjudica a todos los usuarios de gas natural”.
La iniciativa aprobada beneficiará al 10 por ciento de la población de la ciudad: unos 100.000 hogares que utilizan garrafas. “La casi totalidad de estas familias pertenecen a los sectores más empobrecidos de la sociedad –denunció el legislador Melillo–. Esta situación de grave injusticia y discriminación en perjuicio del sector más pobre de la sociedad merece que se adopten estas decisiones.”