Dom 06.06.2004

EL PAíS  › EL JEFE DE GABINETE DIO SU EXPLICACION DE LAS REACCIONES DEL GOBIERNO

“Sin aparato, hablamos con la gente”

Defendiendo las declaraciones del Gobierno sobre los “intentos de desestabilización”, Alberto Fernández dijo que al no tener “superestructura” y cuando “quieren dar la imagen de un gobierno debilitado”, “no dudamos en contárselo a la gente”.

“La verdad es que nosotros no tenemos una gran superestructura, ni tampoco un gran aparato político, por eso cuando tenemos sospechas de que se llevan adelante acciones para obstaculizar el plan de gobierno o cuando percibimos que se pretende promover la imagen de un gobierno debilitado, no dudamos en contárselo a la gente”, confió a Página/12 el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Para el funcionario se trata de intereses económicos que se sienten afectados y que como durante la década de los noventa se acostumbraron a obtener grandes beneficios, no dudan en reaccionar. Como hecho puntual mencionó a algunos consultores que, una semana después del viaje del presidente Néstor Kirchner a los Estados Unidos, se presentaron ante destacados grupos empresarios para relativizar el discurso oficial. El propio Kirchner había reconocido el hecho y había señalado a FIEL como la consultora que se presentó ante grupos de negocios norteamericanos.
–¿Estos consultores se reunieron con funcionarios de organismos de crédito? –preguntó este diario.
–Más que eso, diría que estamos hablando de encuentros con miembros de la comunidad de negocios, con grupos inversores y operadores financieros –respondió Fernández.
–¿Qué es lo más llamativo de esas reuniones?
–Cuando en ellas supuestos economistas, supuestos consultores políticos, afirman que hay un cincuenta por ciento de posibilidades de que el gobierno de Kirchner no termine su mandato, y resulta que eso es lo mismo que dijo Carlos Menem desde Chile, no deja de ser llamativo, ¿no le parece?
–Estamos hablando de intereses económicos, de economistas, de encuentros en el regimiento de Patricios, de hechos vandálicos como el de la estación de trenes en Constitución. ¿Considera que son coincidencias o que hay algo más planificado?
–Digo que todo tiene que ver con todo.
Las sospechas del Gobierno tienen muchos nombres con sus respectivos apellidos. Algunos de ellos los mencionó el viernes Kirchner en Río Turbio. Citó, entre otros, a la ultraliberal consultora CEMA, liderada por Jorge Avila, y también a FIEL, una usina que supo ponerle letra al discurso menemista y al delarruista. Tal vez por esto el jefe de Gabinete puso a Daniel Artana, uno de los referentes de FIEL, en el centro de las sospechas. “Artana lo que tiene que hacer es presentar su currículum y contar lo que hizo en la Argentina. Estuvo 15 días en el gobierno de la Alianza, se va del gobierno echado por Franja Morada y termina con la Argentina incendiada. Si Artana cuenta estas cosas, los inversores van a apreciar sus dichos como de quien vienen”, comentó Fernández, sin ocultar su enojo con el consultor. No se trata de los desconocidos de siempre sino de “los nombres de siempre”.
“Nosotros alertamos a la gente de esto y resulta que ahora nos denuncian a nosotros”, sostuvo Alberto Fernández, al hablar de la presentación judicial realizada por el fiscal Carlos Stornelli y tomada por el juez Juan José Galeano.
–El Presidente exhortó a no judicializar la política. ¿Usted ve algo más allá en esta denuncia?
–Me parece patético que estos dos tipos terminen investigándonos a nosotros. ¿Acaso no tienen cosas más importantes que hacer en la Justicia? ¿Justo ahora aparecen un juez y un fiscal? –señaló el jefe de Gabinete.
Fernández no ahorró críticas ni para Stornelli ni para Galeano. Además de volver a vincular al fiscal con Mauricio Macri, no dudó en sostener “que no fue capaz de llevar adelante una causa tan importante como la de armas y termina preocupado por investigar un complot del que nunca hablamos”. En este punto criticó los oficios judiciales ya remitidos por Galeano en los que le pide declaración testimonial a Kirchner, al ministro del Interior, Aníbal Fernández, al titular de la SIDE, Héctor Icazuriaga, y a él mismo. “Es la Argentina al revés”, concluyó Fernández.
El ministro del Interior puso nombre a algunos de los miembros de la comunidad de negocios visitados por la gente de FIEL que su colega en el gabinete no termina de identificar cuando dialoga con este diario. Así es que dice que uno de esos centros visitados fue el banco de inversión Merril Lynch. Aníbal Fernández fue más allá y también identificó a quienes “se beneficiaron con el viejo orden y ahora se niegan a la transformación”. Entre ellos ubicó a Ricardo López Murphy, el titular de Recrear.
“Yo lo he escuchado a López Murphy batir el parche por todos lados de que la creación de Enarsa no va a resolver el tema de la energía. Eso es decir las verdades a medias, que es como mentir, porque la verdad es que la Argentina no apostó a la solución circunstancial del problema energético.” Hablando de las verdades a medias y de las opiniones del Gobierno, el ministro del Interior se quejó de que cuando “planteamos que lo que dicen no es verdad, terminan diciendo que somos intolerantes”.
En cualquier caso al Gobierno no se le escapa que se trata de reacciones políticas que más tarde o más temprano estaban llamadas a aparecer en el escenario. Reacciones que suelen presentarse cuando cambia un modelo y cuando también cambian los beneficiarios del mismo. Todos los funcionarios que ayer volvieron sobre el tema descartaron que fuera el ámbito de la Justicia el lugar en el que se dirimen estas cuestiones. Se trata de política y nadie duda de ello.

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