El ex ministro de Economía Domingo Cavallo volvió a la Argentina. Desde Boston, donde vive con su familia a partir de la caída del gobierno de la Alianza, viajó sin escalas hacia Córdoba, donde asistió al velorio de su madre. A los 82 años, Florencia Francotto de Cavallo murió el lunes por la tarde en la misma casa de San Francisco donde nació el responsable de la convertibilidad.
La ceremonia fue íntima. Familiares directos y algunos funcionarios de San Francisco, como el intendente radical Hugo César Madonna, asistieron al sepelio que se realizó durante la mañana de ayer en una casa funeraria céntrica. El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, no estuvo presente pero envió una corona, al igual que el diputado nacional Adrián Urquía. Las versiones de la prensa local dicen que el ex ministro llegó la semana pasada desde Estados Unidos cuando se enteró que la salud de su madre había empeorado. En Boston, Cavallo se dedica a dictar conferencias y clases en universidades como Harvard, donde está al frente de una cátedra sobre estudios latinoamericanos.
Sin embargo, su viaje se mantuvo en el más estricto secreto para no ser escrachado, tal como le viene sucediendo cada vez que aparece en público. Incluso, se llegó a correr el rumor entre algunos vecinos de que el ex ministro se habría disfrazado con peluca y barba postiza para no ser reconocido. Esto fue desmentido por uno de sus voceros, quien aseguró que “hace una semana que está en Córdoba y eso jamás pasó. Es una tontería”.
Tras finalizar el velorio, Cavallo salió de la casa funeraria llevando el féretro de su madre que, luego de ingresar a la iglesia Cristo Rey para una misa, fue trasladado hasta el cementerio municipal. En la explanada, el ex ministro debió esquivar las cámaras de Crónica.
El ex ministro de Carlos Menem y Fernando de la Rúa es el mayor de los tres hijos del matrimonio Francotto-Cavallo, dueños de un pequeño taller donde se fabricaban escobas. Su papá, Felipe, falleció mientras su hijo estaba a cargo de la economía del país. Aquella vez, el velorio fue completamente diferente al de ayer. Altos funcionarios menemistas, periodistas de revistas del corazón y todos los medios nacionales habían volado hasta San Francisco para estar presentes, lo que había molestado a la familia. Quizá por ese motivo, para el sepelio de su madre Cavallo habría montado el operativo de distracción.