Por M. P.

Un nieto de Alvaro Alsogaray, que se llama igual que su abuelo y que su padre –le dicen Alvarito–, fue detenido anoche por la Policía Federal acusado de ser el autor de las amenazas que recibió el diputado kirchnerista Miguel Bonasso a través de su mail oficial del Congreso. Alvarito también es sobrino de María Julia, que está detenida por enriquecimiento ilícito en la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal, en la calle Cavia y Figueroa Alcorta. Tras ser detenido, Alvarito fue alojado en esa sede de la policía. Se lo acusa de “amenazas”, un delito penado de uno a tres años por su condición de anónima. Bonasso, que se encuentra en México, no sabía nada de la detención del presunto autor de las intimidaciones. Tampoco se imaginaba que era un Alsogaray.
Bonasso había denunciado las amenazas en una conferencia de prensa en el Congreso. Había recibido un mail en la dirección oficial que le otorgó la Cámara. “Monto, te recuerdo que hace unos años tuviste que escaparte como una rata. Ya llegará el tiempo de que lo tengas que hacer otra vez o sentirás tronar el escarmiento”, decía el mail en una de sus frases más significativas. En el texto abundaban los insultos. “Terrorista, montonero mal parido, creían que sus mentiras iban a durar mucho, pues la gente ya se dio cuenta de que son una basura deleznable que sólo busca revancha después de 30 años”, continuaba el correo electrónico.
Ante una consulta de Página/12, en la dirección de prensa de la Federal informaron que Alvarito había sido detenido a la noche, luego de que los especialistas de Análisis Informático determinaran que los mails amenazadores habían salido de su computadora. Alvarito fue trasladado al mismo lugar donde está detenida su tía, en la calle Cavia, que cuenta con mejores instalaciones que una cárcel común. Sin embargo, todo indica que el nieto del famoso ingeniero no estará mucho tiempo detenido porque las “amenazas” no se castigan con una pena muy grave. En tanto, los allegados de Bonasso, sorprendidos por la noticia, contaron que el diputado se halla en México, donde vive su hijo, y que no sabía nada de la novedad.
La amenaza de Alvarito no fue la primera que recibió Bonasso desde que llegó al Parlamento. Hace dos meses, el diputado había denunciado distintas intimidaciones de la página electrónica de Seprin, la revista Cabildo y de “pseudoperiodistas vinculados históricamente con los servicios de informaciones”. Pero hace quince días la agresión fue más directa. Los hechos se sucedieron así: el lunes 14 de junio pasado, cuando Bonasso tomaba un café en el bar El Cervatillo, de Riobamba y Arenales, dos desconocidos entraron al establecimiento y comenzaron a insultarlo. Como el diputado no reaccionaba, le patearon la mesa y lo amenazaron de muerte. “Te vamos a meter bala. Te la vamos a dar donde te escondas”, le dijeron los agresores. Tras el incidente, Bonasso se retiró del lugar y entró a otro bar ubicado en Santa Fe y Riobamba. Insistentes, los agresores lo siguieron, volvieron a entrar y repitieron las amenazas.
La larga lista de amenazas y episodios extraños vividos por el diputado kirchnerista tiene un antecedente de noviembre de 2002. En aquel momento, dos individuos amenazaron con un arma a un policía –el sargento Francisco Cristal– que custodiaba la casa de Bonasso. Cristal fue golpeado, pisoteado, le robaron el arma reglamentaria y el chaleco antibala. La intervención de una vecina que lo protegió con su cuerpo salvó al policía de ser baleado. Poco después del incidente, el comisario responsable de la zona consideró que el hecho había sido un asalto frustrado a un supermercado chino de la cuadra. Bonasso –que tenía custodia en su domicilio tras publicar varias notas sobre la SIDE– no quedó conforme con la interpretación.