EL PAíS
› LIBERARON AL SOBRINO DE LA EX POLIFUNCIONARIA
lnvestigan al ciberalsogaray
Gonzalo Alsogaray debe declarar hoy por las amenazas al diputado Miguel Bonasso. Hay otros sospechosos. La jueza Servini de Cubría secuestró una computadora del Regimiento de Patricios.
› Por Raúl Kollmann
Gonzalo Alsogaray, el sobrino de María Julia, 27 años, soltero, deberá declarar hoy por los correos electrónicos intimidatorios dirigidos al diputado Miguel Bonasso. Desde la computadora de la empresa en la que trabaja, Car Security, se sacaron tres casillas de las que se pueden usar en forma anónima, Hotmail y Yahoo, y luego, de esas direcciones se enviaron, usando otras computadoras, los tres mails de amenazas a Bonasso. El único sospechado no es Alsogaray, sino que habría otras dos personas en la mira. Existen indicios de que uno de los mails se mandó de la casa de Alsogaray, el otro de la oficina y un tercero del Regimiento de Patricios. Anoche la Justicia se llevó una computadora de ese regimiento para verificarlo. Por ahora la jueza María Servini de Cubría y el fiscal Gerardo Di Massi sitúan los hechos más en el terreno de un hostigamiento ideológico de los Alsogaray que en el de un intento de atacar en forma física o armada a Bonasso.
Los correos electrónicos investigados son tres, en los que se combinaba la ofensa con la amenaza: “terrorista montonero malparido, la hora ya te va a llegar”. No se agregaban elementos que llevaran a pensar que un plan concreto se estaba tramando ya que no aparecían datos precisos sobre horarios o movimientos de Bonasso, lo que hubiera indicado que lo estaban estudiando. El legislador hizo la denuncia correspondiente y la investigación, protagonizada por el fiscal y supervisada por la jueza, derivó en la sorpresiva aparición de Alsogaray como sospechoso.
La Unidad de Análisis Criminal de la Policía Federal determinó que las casillas de correos anónimas se constituyeron desde la empresa en la que trabaja el sobrino de María Julia, Car Security, en Avenida del Libertador al 4600. Pero no está claro si los mails amenazantes en sí mismos salieron de esas computadoras. Los primeros indicios señalan que uno de los correos se mandó, siempre a través de la casilla constituida desde Car Security, desde una máquina de la casa de Gonzalo Alsogaray, en la avenida Callao 1924. Allí se realizó un allanamiento y la computadora fue secuestrada.
El segundo mail sí se habría enviado desde Car Security, pero no está claro si desde la computadora de Gonzalo o de la de uno de sus compañeros. Esto hace que las sospechas ya no recaigan sólo en el sobrino. Al atardecer de ayer las cosas se pusieron todavía más espesas cuando en Tribunales se empezó a hablar de una tercera computadora, ubicada en el Regimiento de Patricios. La jueza Servini de Cubría ordenó el secuestro de ese aparato y la División de Delitos Informáticos hará las pericias correspondientes para saber si desde allí se mandó la tercera amenaza.
El padre de Gonzalo, Alvarito –que es un calco del abuelo Alvaro–, intentó algunas explicaciones que no encajan con la pesquisa: “Cualquiera desde un cibercafé va y manda mails en nombre de cualquier persona. No descarto que mi hijo se haya comunicado en algún momento con Bonasso, tal vez intercambiando correos como los intercambia con muchos diputados”.
Tanto Alvaro como Francisco, hermano y defensor de Gonzalo, se quejaron de la detención del nieto del capitán-ingeniero y sobrino de la polifuncionaria. En Tribunales sostienen que el procedimiento consistió en detenerlo, verificar si tenía antecedentes y dejar registrada su identidad, un trámite que empezó el martes a la tarde y terminó diez horas más tarde. El único investigado no es Gonzalo sino que se trata de descubrir si en verdad hubo otras dos personas que participaron de la maniobra, incluyendo alguien en el Regimiento de Patricios.
–¿Fue correcta la detención? –le preguntó este diario a la juez Servini de Cubría.
–Sí, sin duda. La pidió el fiscal y se hizo lo que correspondía. A esta hora no sabemos exactamente si los correos provinieron de una persona o de tres y, además, habrá que ver quiénes son las otras personas involucradas y cuánta seriedad tiene una amenaza proveniente de esas personas que no se sabe quiénes son. El señor Alsogaray deberá declarar mañana (por hoy).