EL PAíS
› RAUL ALFONSIN RECORDO A BALBIN EN LA FEDERACION DE BOX
“El Gobierno no va a poder resistir solo”
› Por Eduardo Tagliaferro
“Que no piense el Gobierno que va a poder resistir solo a las presiones. Ahí está el Fondo Monetario pidiendo un pago mayor a los deudores privados. ¿Es que no entienden el nivel de desocupación, de pobreza, de indigencia que tenemos?”, dijo Raúl Alfonsín en el acto en el que se recordaron los cien años del nacimiento de Ricardo Balbín. El tiempo a veces lima las aristas más duras de algunos personajes. Cuando la historia es reciente, algunos contemporáneos suelen reescribirla con más azúcar de la que realmente tuvo. Balbín fue recordado como el hombre del diálogo, de la convivencia política, del respeto a las instituciones y hasta como un luchador por la recuperación de la democracia. Era un homenaje y tal vez por ello nadie estaba obligado a recordar que en España, en plena dictadura, cuando en soledad los organismos de derechos humanos luchaban por la aparición con vida de los detenidos-desaparecidos, “El Chino”, como lo llamaban, dijo: “Los desaparecidos están muertos”.
La Federación de Box lució como en sus mejores noches. Aquellas de los primeros actos previos al retorno democrático en 1983. El mismo escenario desde el que Alfonsín leyó el preámbulo de la Constitución por primera vez en el camino que lo llevaría a la Rosada fue testigo de repetidas pedidos de diálogo y construcción democrática. El acto fue presentado como una convocatoria multipartidaria. Los oradores fueron el nieto de Balbín, Emiliano Balbín, que destacó que el homenajeado había sido “un buen abuelo”, la diputada bonaerense de la UCR, Margarita Stolbizer, Alfredo Vítolo y el peronista Lorenzo Pepe.
Alfonsín reivindicó la política y las ideas. Su carisma fue lo único que pudo callar, por unos momentos, a la ruidosa barra de la Juventud Radical porteña, que tenía su propio duelo con la derecha partidaria. “Los que son de derecha se tienen que ir” y “lo sabía, lo sabía, la derecha se juntó en Olavarría”, fueron las consignas más repetidas por los porteños. Sus mensajes tenían remitente y se dirigían al porteño Enrique Olivera y a los intendentes radicales, como el de Vicente López, Enrique “Japonés” García y otros que en Olavarría tiraron un puente de retorno a la UCR a Ricardo López Murphy.
“Tengo ya 13 años más que la edad de mi padre cuando murió y la misma en la que falleció Ricardo Balbín”, comenzó Alfonsín luego de realizar su tradicional saludo con las dos manos agarradas a la izquierda de su rostro. Tuvo un elogioso recuerdo de quien fue su principal contendiente en la interna partidaria. Renovación y Cambio, el nucleamiento de Alfonsín, nació como línea interna de la UCR para desalojar a las líneas tradicionales. Aquellas que hegemonizaban la política de comité y tenían en Balbín a su principal referente. Política que no excluía el fragote. Alfonsín no quiso quedarse en el homenaje y se sintió tentado a dejar un mensaje a los más jóvenes. Aquellos que desde el primer piso del estadio no dejaban de agitar las banderas de Franja Morada y repetían que “eran la generación de la liberación” y “vamos a volver como en el ’83”. Año en el que algunos de ellos, quizá los menos, deben haber nacido.
Alfonsín habló del diálogo y de la ética de la solidaridad. Rogó a Dios para que “este peligro para la humanidad que es el señor Bush no sea reelegido” y también reivindicó la “valentía del Presidente de no enviar tropas a Irak cuando el FMI lo tenía agarrado del cuello”. Reconoció, hablando de Kirchner, que “hay factores que nos permiten suponer que va a haber un cambio en la Argentina”. También enunció su miedo a un futuro sistema corporativo y al estilo demasiado confrontativo de Kirchner.
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