“Tenemos que usar los mismos métodos que usa el Negro.” El diagnóstico se escucha en el primer piso de la Rosada. “Hay que tirar las redes”, dice el funcionario que, evidentemente, gusta de las metáforas no muy originales. Se está refiriendo a las elecciones del 23 de octubre de 2005 en territorio bonaerense. El miembro del Ejecutivo conoce muy bien la provincia: usa el sobrenombre con el que pocos llaman a Eduardo Duhalde. Su escritorio está cubierto por un gran mapa del conurbano. Habituado a lanzar ideas para probar sus efectos, el funcionario dice que el 23 de octubre de 2005, cuando los votantes de la provincia de Buenos Aires entren al cuarto oscuro, se encontrarán dos boletas distintas encabezadas por la misma candidata a senadora, Cristina Fernández de Kirchner.
Como falta tanto tiempo para las elecciones, cualquier pronóstico suena arriesgado. También puede ser interpretado como una maniobra que se emite para constatar su repercusión. Sin embargo, el funcionario se muestra seguro de que el año próximo “habrán varias listas con la candidatura de Cristina”. Una sería la del PJ, en la que convivirían kirchneristas y duhaldistas. La otra, que podría ser definida de “transversal”, llevaría a la senadora de Santa Cruz como primera candidata a la Cámara alta. El resto de la boleta estaría integrada por dirigentes ajenos al PJ.
El funcionario, que no es ministro, dice que la idea de que Cristina Fernández aparezca como candidata en más de una boleta no es original, ni mucho menos. “Es uno de los métodos clásicos del peronismo bonaerense”, aclara. Un antecedente famoso fue la elección de Carlos Ruckauf como gobernador, en 1999, cuando llegó a La Plata gracias a los votos de la UCeDé bonaerense, con la que Duhalde tenía ciertos acuerdos. También en 1999, pero para la presidencial, Duhalde logró que Acción por la República, UCeDé y otros partidos –PAIS, Acción Ciudadana, Integración Federal, Jubilados en Acción– lo postularan para presidente.
Una anécdota ilustra esa pasión de Duhalde por el armado de listas paralelas a la del PJ. Unos meses antes de la última elección de senadores, en 2001, la viuda del ex gobernador Oscar Bidegain escuchó una voz formal que le pedía con tacto que cumpliera con su deber de soldado peronista y aceptara ser la candidata a senadora nacional por el Polo Social. La voz en el teléfono era la del propio Duhalde. Aunque era candidato a senador del PJ, Duhalde pedía un favor para su supuesto adversario, Luis Farinello, primer candidato a senador por el Polo Social. Al final, el cura de Quilmes fue acompañado por la hija de Bidegain, Gloria.
El proyecto K es copiar esa estrategia usada por Duhalde: ampliar la oferta electoral para sumar votos (¿por izquierda?) que el PJ no podría seducir. La idea también permitiría diferenciar a los candidatos kirchneristas de los duhaldistas más cuestionados, a quienes Martín Sabbatella, el intendente de Morón, suele definir como “el tren fantasma”. El funcionario de la Rosada asegura que la propuesta está definida. No es el único. Lo mismo repite un reconocido integrante del espacio kirchnerista que integran los diputados Miguel Bonasso y Francisco “Barba” Gutiérrez, el subsecretario Eduardo Luis Duhalde y los piqueteros Jorge Ceballos (Barrios de Pie), Emilio Pérsico (MTD Evita) y Luis D’Elía (FTV). “Va a haber dos boletas con los mismos candidatos a senador. De diputados para abajo van a ser dos listas distintas. Está bastante hablado (con el Presidente).” El dirigente kirchnerista está confiado. Se muestra seguro de lo que dice. Para que no queden dudas, asegura que Kir-
chner ya aprobó un cronograma de actividades hasta fin de año. En diciembre, dice, estrenarán una mesa de conducción “de la transversalidad” integrada por Luis Juez, Hermes Binner, Graciela Ocaña, Bonasso y D’Elía. La presentación podría hacerse en la Facultad de Derecho.
El funcionario y el transversal coinciden en que habrá dos boletas encabezadas por Cristina Fernández. No son los únicos. Desde el PJ bonaerense, un intendente que tiene muy buena relación con Kirchner y el ministro de Planificación, Julio De Vido, admite que el panorama es muy probable. “Puede haber dos listas con la misma candidata a senadora”, anticipa con la cautela de quien ya se imagina conflictos.