EL PAíS
› KIRCHNER VOLVIO SOBRE LOS ACUERDOS CON CHINA Y CRITICA A LOS SUYOS
“Funcionario que mienta se va”
Así lo aseguró el Presidente en un acto en Santa Cruz. Repartió responsabilidades entre funcionarios y la prensa por las versiones. Luego se reunió con los familiares de las víctimas de Río Turbio.
Por una o por otra razón, China sigue estando en boca de todos. Incluso de Néstor Kirchner, quien ayer relativizó la inminencia de un megaacuerdo mientras repartía responsabilidades por ese anuncio entre la prensa y algún funcionario oficial. “Yo no pongo las manos en el fuego por nadie”, dijo cuando le preguntaron si la versión habría salido de la Casa Rosada. Pero no dudó en fustigar a los medios y exigirle una “autocrítica” por lo publicado. “Si hay algún funcionario que no hace las cosas que debe hacer o realmente le miente a la gente, estará cinco minutos en mi gobierno y se tendrá que ir. Pero ahora, que quieran inundar de versiones, diciendo dijo tal funcionario tal cosa y tal funcionario otra, y en eso se amparen, no”, enfatizó el Presidente.
Kirchner realizó un discurso de fuerte contenido político en una escuela de El Calafate, en un raid que incluyó Río Turbio y otras ciudades aledañas, donde se reunió con familiares de los mineros muertos por el incendio y posterior derrumbe en un socavón del lugar. Allí, acompañado por el gobernador Sergio Acevedo, los ministros de Planificación Federal, Julio De Vido, de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y el secretario de Obras Públicas, José López, anunció inversiones por 237 millones de pesos en obras.
El acto fue aprovechado por el Presidente –quien había calificado las versiones del megaacuerdo con China como una “novela”– para cuestionar a los periodistas que “dicen tal cosa porque dicen que les informó algún funcionario”. En ese sentido, instó a esos cronistas a “que digan qué funcionario” fue el que les dio la información. En rigor de verdad, la preservación de las fuentes está contemplada por la Constitución Nacional. Aún así, Kirchner volvió a arremeter contra algunos sectores de la prensa al señalar que “es hora que esos o algunos integrantes del periodismo argentino entren a trabajar con la fuente calificada, porque el país requiere seriedad de los gobiernos pero también de los que informan, de los que trabajan. Todos tenemos que ser absolutamente responsables, por eso les pido una autocrítica”.
La versión de un megaacuerdo con China efectivamente salió del propio seno del Gobierno. Y ganó la tapa de los diarios del último fin de semana. La “pista oriental” siguió siendo alimentada off the record (fuera de micrófono) por funcionarios kirchneristas y hasta hubo alguna expresión pública –hay que concederle que sin demasiados detalles y en términos generales– de parte del canciller, Rafael Bielsa.
Esos ida y vuelta llevaron al secretario de Medios, Enrique Albistur, a calificar la situación como una “novela de enredos”. La prensa escrita, a través de diversos editorialistas, resaltó, en cambio, las fallas de comunicación del Gobierno y el cambio de actitud de Kirchner, quien ha sabido manejar la sorpresa como estrategia y que, aparentemente, en este caso, vaya a saber uno por qué, eligió otro camino.
Al menos la versión del acercamiento a China y la posibilidad de que ese país realice fuertes inversiones en distintas áreas –acuerdo que se rubricaría la próxima semana, tras la visita del presidente Hu Jintao– también se la han adjudicado al propio Kirchner. Es más, distintas fuentes aseguran que el Presidente dijo que pondría su foto sobre la de San Martín en caso de concretarse el supuesto acuerdo.
Por eso el mandatario fustigó con especial ahínco a “algunos periodistas” que lo acusan de “tener problemas comunicacionales, que no dice, no hace y confunde. A los argentinos les quiero decir que yo soy así. A algunos periodistas les molesta pero como sureño estoy acostumbrado, más que a estar hablando, llevando y trayendo chismes... me acostumbraron a trabajar”.
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