Tras cuatro días de ausencia y mutismo oficial, el Presidente regresó ayer desde El Calafate para tener un gesto con los familiares de las víctimas del incendio en República Cromañón. Luego de hablar del tema con sus allegados en Olivos, Kirchner participó de una reunión en la Rosada con las familias de los jóvenes que murieron en Once. La entrevista fue organizada por los ministros Aníbal Fernández y Alicia Kirchner, y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Si se toman en cuenta los hechos y no las palabras, las últimas acciones demuestran que el Gobierno decidió dar un giro en su reacción frente a la tragedia. Sin embargo, anoche en la Rosada insistían con su discurso sobre los “gestos de exhibicionismo” y defendían la decisión de Kirchner de permanecer en Santa Cruz. “Nosotros no hacemos política con el dolor”, aseguraban.
La reunión con los familiares se produjo apenas unas horas después de que Kirchner llegara a Buenos Aires. Un alto funcionario del Gobierno, fiel intérprete de los deseos presidenciales, aseguró a Página/12 que el encuentro comenzó a ser organizado el lunes a la tarde. En ese momento el Presidente aún estaba en El Calafate. Según esa versión, los encargados de organizar la entrevista fueron Aníbal Fernández, Alicia Kirchner y el viceministro de Salud, Héctor Conti, a pedido del jefe de Gabinete, Alberto Fernández. En el Gobierno subrayaban ese dato, entre otros, para replicar las críticas sobre la falta de respuesta de la Nación ante una tragedia de dimensiones mundiales.
“Desde el gobierno nacional la gente estuvo contenida desde el primer momento”, aseguró el funcionario ya citado. Según su visión, la Nación había estado presente en el operativo desplegado en la ciudad a través de las carteras de Salud, Interior y Desarrollo Social. Por ejemplo, treinta voluntarios de la Dirección de Asistencia Comunitaria estuvieron con los familiares mientras se realizaban las autopsias. Otro miembro del gabinete apuntó en la misma línea con un detalle sobre los problemas que hubo en la morgue, que depende de la Corte Suprema. “Zaffaroni hizo abrir la morgue. Junto con (Horacio) Rossatti y Aníbal (Fernández) contribuyó a que se hicieran 180 autopsias en un día y medio”, afirmó. De esa forma, en la Rosada desmentían los cuestionamientos –que llegaron a la prensa extranjera– por el silencio de Kirchner desde la madrugada del viernes.
Aunque los funcionarios aseguraran que la reunión ya estaba “planificada”, nadie había anticipado la asistencia del Presidente. Tal vez fue una decisión para evitar las acusaciones de demagogia o de hacer política con el dolor. “Para venir a la Casa de Gobierno no hace falta que hagan marchas porque esta casa tiene las puertas abiertas para ustedes”, les dijo Kirchner a los familiares de las víctimas. Según un dirigente que fue testigo del diálogo, el Presidente logró “normalizar” la reunión –que había empezado muy tensa– con sus palabras. “Vamos a tratar de recomponer sus vidas con lo que esté a nuestro alcance”, prometió (ver nota aparte).
Kirchner regresará hoy a Santa Cruz, en algún momento del día. Así lo confirmó a Página/12 un funcionario de su estrecha confianza. Por esa razón, el viaje relámpago que emprendió ayer desde El Calafate a Buenos Aires tomó un carácter mucho más significativo: ¿para qué viajó tantos kilómetros sólo por unas pocas horas? Algunos funcionarios decían que el Presidente tenía que encabezar un acto “muy importante” en la Rosada, el lanzamiento de un plan de viviendas en villas de emergencia, que se hará hoy al mediodía. La explicación, sin embargo, sonó poco creíble ante la dimensión de la tragedia en República Cromañón.
Otros hombres del oficialismo admitían que el Gobierno se había equivocado “en el manejo de los tiempos”. Se referían a la reacción elegida ante el drama. “Se optó por una estrategia prudente pero no manejaron bien los tiempos”, aseguró un representante del Ejecutivo que suele hablar con las principales voces de la Rosada. Siguiendo esa línea, el viaje relámpago desde Santa Cruz pareció destinado a terminar con la estrategia del silencio. Kirchner volverá hoy a El Calafate y el jueves le seguirán eljefe de Gabinete y el secretario legal y técnico. Ese día habrá una marcha convocada por los fanáticos de Callejeros.