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Cómo es Tacna, la capital peruana del contrabando
La ciudad quedó en la mira argentina por la ruta de SW que la comunica con Córdoba. Aunque el lugar que ocupa en el tráfico de drogas de ese país es menor.
› Por Carlos Noriega
Página/12, en Perú
Por Carlos Noriega
Desde Lima
Los mercadillos de la zona franca, con pequeños puestos colmados de productos importados y estrechas callejuelas saturadas de gente ávida por comprar a precios más bajos que en cualquier otra ciudad del país son el sello de marca de Tacna. La zona franca convive con el contrabando. Esta ciudad, ubicada en el extremo sur del Perú, en la frontera con Chile y a unos 1300 kilómetros de Lima, está considerada como un santuario de contrabandistas. Desde Tacna se abastecen los vendedores de todo tipo de productos de contrabando, que ofrecen su mercadería a la vista de todos en las principales ciudades del país. La zona franca y el contrabando tolerado son, desde hace muchos años, los motores de la economía de Tacna, ciudad enclavada en un estrecho valle en medio del desierto, entre el Pacífico y los Andes, a 552 metros sobre el nivel del mar. Conocida como La Ciudad Heroica, porque luego de estar en poder de Chile durante 50 años como consecuencia de la Guerra del Pacífico fue reincorporada al Perú después de un plebiscito en 1929, Tacna, además de ser la capital del contrabando, es también capital de un departamento de 335 mil habitantes.
Si Tacna es desde hace largos años la puerta de ingreso del contrabando, desde hace un tiempo es también una de las puertas de salida de la cocaína que se produce en el Perú. Pero, en este caso, una puerta menor. Está considerada por la policía peruana como un punto secundario en las rutas del narcotráfico. En Tacna no se produce coca. Según informó la policía peruana a Página/12, la droga llega hasta esa ciudad desde los cultivos de las zonas sur andinas y selváticas, transportada en camiones, y una parte es llevada a Chile para embarcarla en Arica, y otra parte es mandada directamente a Europa por los cercanos puertos peruanos de Ilo y Matarani. Las autoridades peruanas no consideran a la Argentina como un punto de tránsito importante de la droga que sale del Perú.
La ruta Córdoba-Tacna de Sou-
thern Winds que ahora está bajo la lupa como posible vía del transporte de cocaína es justificada por una supuesta demanda de turistas argentinos para llegar a través de Tacna hasta el Cuzco. Según cifras oficiales del viceministerio de Turismo del Perú, en 2004 utilizaron esa ruta aérea 991 ciudadanos argentinos. Una cifra considerada menor. El año anterior fueron solamente 363 los argentinos que usaron esa ruta.
Un ex alto funcionario del Ministerio del Interior del Perú, especializado en el tema de drogas y que trabajó en ese sector hasta hace pocos meses, le reveló a Página/12, a condición de guardar su nombre en reserva “por razones de seguridad”, que “desde la caída de Montesinos (el encarcelado ex brazo derecho del hoy prófugo ex presidente Fujimori) las mafias colombianas, que estaban aliadas con Montesinos, han sido desplazadas por los carteles mexicanos, específicamente por el Cartel de Tijuana, que hoy controla casi todo el negocio de la cocaína en el Perú”. “El Cartel de Tijuana –agrega– saca la mayor parte de la cocaína o la pasta lavada (etapa previa al clorhidrato de cocaína) por los puertos del norte del país hacia México y de ahí la reembarcan a Estados Unidos o Europa; otra parte la sacan por el sur, por Puno (frontera con Bolivia) o Tacna. La droga que sale por Tacna, que es menos de la que sale por Puno, va en su gran mayoría hacia Chile. Aunque por los puertos del sur del país también sale droga, los narcos prefieren sacar la mayor cantidad por Arica, porque Chile no está calificado como productor de coca y los barcos que llegan desde ese país son sometidos a revisiones menos rigurosas que aquellos que llegan desde un puerto peruano. Está muy claro que para que esa ruta funcione hay una organización internacional que incluye a funcionarios corruptos de Perú y de Chile.”Sobre el rol de la Argentina en ese complejo esquema de las rutas para exportar cocaína, este ex funcionario antidrogas señaló que “sin duda hay tráfico de drogas a través de la Argentina, pero en una escala reducida. En nuestras hipótesis de trabajo nunca consideramos la Argentina como un punto intermedio de importancia en el tránsito de la droga”. Consultado por el caso de los 50 kilos de cocaína que habrían llegado a la Argentina desde Tacna en los vuelos de Southern Winds presuntamente para reenviarlos a España, señaló que “la existencia de una vía a través de Argentina para sacar droga sistemáticamente es una teoría nueva con la que la policía peruana nunca antes ha trabajado”. Pero considera el caso de Southern Winds como “casi insignificante en términos del volumen de la droga que se mueve; para nosotros una captura de 50 kilos era considerada como un hecho rutinario de poca importancia”. Está convencido de que detrás del caso de Southern Winds “no está el Cartel de Tijuana, que controla el mercado de la cocaína en el Perú; por los volúmenes pequeños de los que se habla debe tratarse de algún traficante independiente o de una mafia que puede tener conexiones internacionales pero que es pequeña”.
Para el experto en temas de drogas Hugo Cabieses, el caso de Southern Winds “parece ser la expresión de algo que recién está comenzando, un tráfico de burriers y de gente independiente que no está ligada a los grandes carteles de la droga”. Pero advierte: “Si ahora es un tráfico a pequeña escala no hay que descartar que esto crezca; me da la impresión de que lo que hay en este caso es un tráfico pequeño para ir viendo qué pasa con la ruta a través de Argentina, una especie de exploración de sus posibilidades. Y si en al asunto está implicada una línea aérea que hace una ruta que aparentemente no parece ser muy comercial, pero sí conveniente para transportar droga, entonces podemos estar frente al inicio de algo más grande”. Pero Cabieses precisa que “la mayor cantidad de droga sale por barco, no por vía aérea; es en los puertos donde está el tráfico a gran escala”.
Aunque no existen cifras oficiales, se estima que el Perú produciría entre 50 mil y 70 mil kilos de cocaína al año. Los expertos calculan que las capturas de drogas representan solamente entre el 10 y el 15 por ciento del total de cocaína que se saca del país. En los primeros dos meses de este año ya se han capturado unas 5 toneladas de droga, cifra que representa un record histórico. Todas estas capturas se han producido en el norte del país.