EL PAíS
› LOPEZ MURPHY A LA PROVINCIA, MACRI A LA CAPITAL
El polo conservador más cerca
Mauricio Macri sigue dudando, pero menos que antes. Si no hay contramarchas de último momento, se aproxima a la postura de firmar con Ricardo López Murphy un pacto opositor por el que los dos serían candidatos.
Por J. N.
Después de meses y meses de idas y vueltas, el acuerdo entre Ricardo López Murphy y Mauricio Macri se encuentra más cerca que nunca: incluiría la candidatura a senador del economista en la provincia de Buenos Aires y la postulación a diputado del empresario en la Capital. Así, con los dos distritos más importantes cubiertos, la alianza finalmente vería la luz: aunque Macri todavía tiene sus dudas, en Recrear confían en que en diez días, una vez que López Murphy vuelva de un viaje académico a Estados Unidos, se avanzará definitivamente en el demorado frente opositor de centroderecha.
En los últimos tiempos, en medio de interminables tironeos, el acercamiento parecía difícil. Los coqueteos de Macri con Eduardo Duhalde generaron críticas de López Murphy, que quiere convertir al ex presidente, junto con el Gobierno, en los blancos centrales de su campaña opositora. Al mismo tiempo, Macri se negaba a definir una estrategia –si candidatearse en la Capital, en la provincia o no presentarse–, lo que sumaba confusión y alejaba la posibilidad de una alianza.
“Estamos avanzando en la discusión programática. Encontramos coincidencias en reclamar el voto electrónico y otras cuestiones que para nosotros son centrales. Conversamos de estos temas con el macrismo y con otras fuerzas. Esa es nuestra prioridad y no hablar de alianzas”, aseguró a Página/12 Edgardo Srodek, titular de Recrear provincia.
Pero las coincidencias programáticas son sólo un costado del asunto. Las elecciones de octubre se acercan y los dos principales referentes del espacio de centroderecha tienen que llegar a una definición si –como dicen– quieren convertirse en una opción potente frente al Gobierno. Con el calendario electoral apurando los tiempos, el acuerdo parece hoy más posible.
En primer lugar, López Murphy suavizó sus cuestionamientos a Macri por su acercamiento con Duhalde. En privado incluso dice que su presencia es imprescindible. “Hay que sumarlo, sí o sí”, le aseguró a uno de sus legisladores antes de partir para una charla en California.
Macri también modificó su postura. Cerca del empresario aseguran que el cambio de escenario generado por el incendio en República Cromañón (y el golpe político que implicó para Aníbal Ibarra) lo impulsaron a modificar su posición original de no presentarse en la Capital. “Antes decía que no. Ahora no lo descarta, y en el marco de un acuerdo más grande podría aceptarlo”, explicó a este diario una fuente cercana al empresario.
En este nuevo contexto, la demorada alianza se afianzaría como una alternativa para las elecciones de octubre. Esto, por supuesto, no significa que no puedan aparecer todo tipo de problemas. Uno de ellos, quizás el más importante, es la relación con Duhalde y con el peronismo bonaerense: Macri no oculta sus vínculos con el ex presidente, al que visitó en Montevideo y con el que dialoga habitualmente. Y aunque su candidatura en la Capital quizá le permita esquivar una confrontación directa con el aparato duhaldista, no por eso la situación dejará de ser curiosa: uno de los socios de la posible alianza (López Murphy) centra su campaña en Duhalde mientras que el otro (Macri) se mantiene, como mucho, en un cauto silencio.
El otro problema a afrontar son las dudas de Macri, que parece más dispuesto a candidatearse en la Capital pero que todavía no dio el sí definitivo. Según especulan en Recrear, el motivo central de la indefinición sería el temor del empresario a las críticas de Elisa Carrió, su eventual contrincante porteña. “Le tiene terror a Lilita, piensa que le va a dar con todo”, explica un operador de López Murphy. Un novato en las arenas movedizas de la política, Macri no se decide y escucha consejos diferentes: Eugenio Bursaco, por ejemplo, suele impulsar un acuerdo con Recrear, mientras que otros asesores, como Juan Pablo Schiavi, tienen más dudas. Pero los problemas –que existen– no ocultan la necesidad de las dos principales figuras del centroderecha de apurar una coalición que les permita consolidarse como contracara del Gobierno. Cada vez tienen menos tiempo: en diez días, cuando vuelva de un viaje por Estados Unidos, López Murphy planea darle un impulso definitivo al asunto. Macri también es consciente de los tiempos. Si no logran un acuerdo, corren el riesgo de que otras opciones políticas –Elisa Carrió asoma con fuerza en Capital– les arrebaten definitivamente el liderazgo de la oposición.