¿Constituye la búsqueda de justicia social, en el contexto de la globalización, un obstáculo para la eficacia económica?, se pregunta Jean-Paul Fitoussi, y se responde que no. En su último libro, La democracia y el mercado (Paidós), el politólogo francés sostiene que las sociedades más solidarias no son las menos competitivas: el objetivo –dice– no es cuestionar la apertura de los mercados, sino el discurso retórico de legitimación de un capitalismo liberal y dominante que considera a la democracia y a lo político como obstáculos para el desarrollo. La idea –asegura Fitoussi– es debatir con claridad el lugar de lo público y devolver a la democracia el vigor que nunca debería haber perdido.