“Desde la década del ’90 hubo una suerte de descoordinación general.” De esta forma, el flamante titular de la Policía de Seguridad Aeronáutica (PSA), Marcelo Saín, se refirió al funcionamiento de la seguridad en Ezeiza. Categórico, el funcionario se concentró en la organización y en la falta de operatividad de la ex PAN. Si bien evitó adelantar mayores detalles sobre las nuevas medidas, aseguró que ya se reforzaron los controles para detectar el contrabando de drogas. El tono elegido para sintetizar el actual panorama fue igualmente duro: “Ahora hay un único mando que soy yo”. El nuevo diseño de seguridad comprometerá a todas las fuerzas y organismos que operan en la aeroestación. Así lo ratificó el funcionario, quien como primer ejemplo mencionó el refuerzo que ya se implementó en los mecanismos de control de personas y equipajes. La medida tiende, entre otros objetivos, a detectar a las “mulas” que provienen de Bolivia, Colombia y Perú. Y agregó: “Justamente se creó esta policía porque el Presidente tuvo un diagnóstico de que los controles fallaban”. En este sentido volvió a defender la conformación de una fuerza de seguridad desmilitarizada.