El discurso de Felipe Solá ante la Asamblea Legislativa bonaerense, en la inauguración del 133º período de sesiones ordinarias, fue breve pero tuvo una explicación del propio gobernador: “Además de los temas de gestión, tendría que hacer anuncios, un plan de gobierno contemplado en un Presupuesto que todavía no tengo”. La disputa presupuestaria con la Legislatura estuvo presente durante toda su oratoria y volvió a reclamar las “facultades delegadas que se me han negado” y que tuvieron “todos los gobernadores en los últimos 21 años”. El duhaldismo volvió a afirmar que le negará esas facultades al gobernador. La ruptura ya casi es un hecho.
Después de mencionar que “hay un nuevo país, cuando la deuda (externa) se renegocia de la manera que lo ha hecho el Presidente (Néstor) Kirchner, por eso estamos orgullosos”, el gobernador se refirió a lo que definió como otra cara de esa situación: “Hay otro país que no quiere morir si nosotros sometemos las cuestiones institucionales a los problemas políticos”, aseveró Solá en uno de los párrafos más duros destinados al duhaldismo, casi sobre el final de su discurso.
Pero el gobernador también cuidó las formas e intercaló a lo largo de todo su discurso una de cal y otra de arena en su pelea con los legisladores duhaldistas. Reclamó las facultades que le cercenó el Parlamento provincial, en la modificación de su proyecto presupuestario, con un argumento que involucra a los propios legisladores: “Hubo facultades delegadas en las 21 leyes de Presupuesto votadas por esta Legislatura desde 1984 hasta la fecha”, insistió para luego volver a la carga con que ahora “se le ha negado al Poder Ejecutivo ese desempeño de las facultades delegadas”. Aunque, en otra parte, Solá agradeció el “acompañamiento (de la Legislatura) durante la crisis de 2001”.
Allí volvió sobre el tema del Presupuesto al afirmar que “ya hemos salido de la emergencia económica pero no de la emergencia social y de seguridad”, por lo cual necesitaba disponer de los recursos económicos con que hasta ahora no cuenta. Luego extendió una mano a sus rivales afirmando que después de que la Legislatura le aceptó el veto, enviará el nuevo Presupuesto –“basado en el original”– y que sus ministros rendirán cuenta “según los señores legisladores dispongan” y “ustedes podrán controlar y opinar”. Pero la propuesta del gobernador tiene un límite, ese control no debe ser previo porque “impide cotidianamente la tarea de gobernar”.
Los duhaldistas, primero, se mostraron cautos y prefirieron no hablar. La voz del sector, después de intercambiar opiniones, la expuso el jefe del bloque justicialista en la Cámara de Diputados, Juan Garivotto, y con sus recomendaciones tiró por tierra las aspiraciones de Solá: “Que envíe el Presupuesto sin las facultades especiales porque vamos a volver a chocar”, dijo Garivotto. El tema presupuestario volverá a llevar al límite la pelea entre ambos bandos. Si el duhaldismo no vota el Presupuesto, los legisladores felipistas aseguraron que están dispuestos a romper la bancada del PJ “porque ellos ya son oposición”.