EL PAíS
La pelea bonaerense
La disputa del PJ bonaerense vuelve a tener hoy como escenario una nueva reunión del Consejo del partido en la sede porteña de Avenida de Mayo al 600. Allí, el duhaldismo –que domina la estructura partidaria– tratará varios temas pendientes que ya habían tensado la delicada y frágil relación con los dirigentes que responden al gobernador Felipe Solá.
Primero, la sanción disciplinaria, que podría llegar hasta la expulsión, al diputado felipista Raúl Pérez, quien denunció a la conducción del bloque justicialista y a las autoridades partidarias de la Cámara baja provincial de usar el aumento del presupuesto en la Legislatura como “caja negra de la política”. Segundo, el término de la licencia como legisladores de dos ministros de Solá, Florencio Randazzo de Gobierno e Ismael Passaglia de Salud, a quienes conminaron a renunciar a sus bancas.
La última reunión del órgano partidario casi termina a las trompadas. Esta vez, nadie se anima a pronosticar cómo será el debate. Sobre todo después que el felipismo decidió armar sus propios bloques legislativos en ambas cámaras del Parlamento provincial con un acto público cuya demostración de fuerza más importante fue la presencia de casi 50 intendentes bonaerenses. El duhaldismo está decidido a presionar a sus adversarios para que definan la situación que más le preocupa: si irán o no por fuera de la estructura del PJ en las elecciones de octubre.