El triunfo del gobernante Frente Cívico y Social en las elecciones legislativas de Catamarca envalentonó al radicalismo y desató una serie de acusaciones cruzadas en el fracturado justicialismo provincial. Luis Barrionuevo arremetió directamente contra el presidente Néstor Kirchner, a quien acusó de “dividir al peronismo” catamarqueño para “que ganen sus socios del Frente Cívico”. En tanto, el Comité Nacional de la UCR agradeció al pueblo su “encolumnamiento junto al radicalismo”.
El resultado del segundo test electoral del año provocó reacciones disímiles según los votos que cada partido cosechó. Para la UCR, confirma que “el radicalismo es el único partido en condiciones de dar batalla al justicialismo en todo el país”. En el peronismo, el sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo –que lidera la estructura del PJ catamarqueño– responsabilizó directamente al presidente Kirchner por la derrota.
“Esto es lo malo de Kirchner, que no lo deja ver que tiene que gestionar y administrar el país, se dedica a las rencillas más pequeñas, como en el caso puntual de Catamarca, donde dividió al peronismo para que pierda y ganen sus socios, que son los del Frente Cívico y Social”, dijo un ofuscado Barrionuevo. “Desde que asumió –insistió el gastronómico sobre el Presidente– lo único que ha hecho es buscar enemigos para atacar tanto de adentro como de afuera de nuestro país.”
El sindicalista, que ya había atacado al Presidente por la derrota peronista en Santiago del Estero, no esbozó ningún tipo de autocrítica a pesar de que esta es su segunda derrota consecutiva ante el oficialismo catamarqueño desde que dirige el PJ provincial. Tampoco ahorró críticas para el ex hombre fuerte de la provincia, Ramón Saadi, que rompió con el justicialismo para armar su propio partido.
Los resultados finales confirmaron la tendencia conocida en la misma noche del comicio. El oficialista Frente Cívico alcanzó el 36 por ciento de los votos, contra el 25,6 del PJ y el 9 del saadista Movimiento de Acción Popular. Otros tres partidos, el ARI, el Movimiento de Participación y el Frente para la Victoria obtuvieron cada uno el 4,5 por ciento de los sufragios emitidos. El voto en blanco trepó al 3,7 por ciento, en medio de una apatía generalizada de la ciudadanía, que también se expresó en las urnas: sólo concurrió a votar el 55 por ciento de los empadronados.
Sin embargo, el bajo nivel de participación –que en principio se estimó aún menor– no fue motivo de debate entre los propios candidatos. El gobernador Eduardo Brizuela del Moral se lo atribuyó a “una dispersión de votos” producto de la amplia oferta electoral distribuida entre 21 partidos y alianzas políticas. En cambio, Brizuela del Moral se mostró entusiasmado con el resultado: “El amplio triunfo nos sigue posicionando en inmejorables condiciones para seguir gobernando para todos los catamarqueños sin distinción alguna”, afirmó el representante del frente que gobierna la provincia desde 1991, tras la caída del clan Saadi.
El Frente Cívico y Social retuvo las once bancas que debía renovar en diputados y mantiene mayoría propia en la Cámara baja, con 22 legisladores frente a 13 del PJ, 4 del MAP y 2 del kirchnerismo. En el Senado, el oficialismo tiene 10 legisladores frente a 6 del PJ, que ganó sólo dos de las ocho senadurías que estaban en disputa. En los dos únicos municipios que se jugaban la intendencia, el FCyS ganó en Los Altos, mientras en Mutquín el vecinalista Movimiento Mutquinense se impuso en la elección.