EL PAíS
› EL GOBIERNO Y EL TRABAJO EN NEGRO
Problema estival
La secretaria de Trabajo, Noemí Rial, adjudicó ayer a una “cuestión estacional” el crecimiento del empleo en negro, que según la última medición del Indec alcanza a casi la mitad de la población. Sin embargo, la funcionaria admitió que, más allá de los cambios temporales, se trata de un mal muy difícil de erradicar. “Es una costumbre muy arraigada de evasión entre los empresarios, fundamentalmente en la franja de las pequeñas y medianas empresas”, señaló.
El Indec difundió el viernes pasado un relevamiento que indicó un aumento del trabajo no registrado, que pasó del 47,7 al 48,9 en el último trimestre del año pasado. El estudio, elaborado en base a la Encuesta Permanente de Hogares, señaló que existen 11,3 millones de empleados que carecen de obra social y no realizan aportes jubilatorios.
Ayer, Rial afirmó que el aumento se explica porque en el cuarto trimestre se registra mucho trabajo estacionario, especialmente en el sector agrario, que suele contratarse de manera informal. “El trabajo rural es muy determinante, porque de noviembre a marzo se realiza toda la cosecha”, aseguró.
Pero Rial también reconoció la gravedad de la situación. “El trabajo en negro es una gran lacra en la Argentina. Los índices son muy altos. Gravita el trabajo doméstico y el rural que es muy difícil de contabilizar”, explicó la funcionaria. A pesar de los datos, la secretaria destacó el trabajo del Gobierno. “Estamos luchando contra una costumbre muy arraigada”, aseguró.
Por su parte, el cosecretario de la CGT, Hugo Moyano, señaló al Gobierno –y en particular al Ministerio de Trabajo– como el responsable del aumento del trabajo en negro. “El Ministerio de Trabajo no ha dado muestra de tener mucha voluntad en este problema. No se ha emitido ninguna norma para tratar de evitarlo. El poder de policía para enfrentar el empleo en negro lo tiene el ministerio, pero no tiene demasiada voluntad”, concluyó.