Por S. M.
Desde Berlín

Como es su costumbre cada vez que viaja al exterior, Néstor Kirchner gusta exponer su ideario ante auditorios amables, simpáticos a su línea de pensamiento. Una comunión que retroalimenta el pensamiento, en este caso de centroizquierda, del cual el Presidente siempre está ávido. Ayer ocurrió en la Fundación Friedrich Ebert, socialdemócrata, de activa presencia en la Argentina y Latinoamérica. Kirchner expuso ante 300 personas, alemanas y argentinas, palabras más palabras menos el discurso que en la antevíspera había ofrecido a los empresarios. Pero un detalle sobresale en estas construcciones: Kirchner ha comenzado a volcar una catarata de cifras, números que dan cuenta de la evolución económica y social de la Argentina post-explosión de 2001 y post-default. Como para demostrar que se puede ser progresista y eficaz en la conducción y la gestión. Ya sin los papeles de su discurso en la mano, Kirchner disparó lo más sustancioso, haciendo eje en la actitud de los organismos internacionales de crédito. “Estos organismos se están volviendo cada vez más incompetentes y nosotros estamos demostrando que se puede vivir sin ellos, hay vida después del Fondo”, sostuvo.
Los principales conceptos que ayer derramó en la Friedrich Ebert Stiftung son los siguientes:
- “La Argentina en materia de política exterior ha reafirmado la determinación de no renunciar a su autonomía en las decisiones y de participar a favor de un nuevo orden mundial. Un nuevo orden mundial que permita a los países periféricos incrementar la generación de empleo, aumentar los niveles de ingresos de los más pobres y darles mejor acceso a la educación, la salud, la vivienda y los servicios vitales”.
- “Para mi país, la profundización del Mercosur constituye un paso estratégico y una verdadera y sustancial política de Estado”.
- “Debemos asumir como nuestro el desafío de quebrar la tendencia que genera fuertes tensiones al compás del crecimiento de la brecha entre ricos y pobres al interior de cada país y entre países”.
- “La necesidad de reestructuración en los organismos multilaterales de crédito, comenzando por el FMI, se evidencia cuando escuchamos a su tecnocracia plantear nuevas exigencias. Se están volviendo cada vez más incompetentes, no comprenden las realidades de nuestra región”.
- “Mi país, por seguir esas recetas, viene de sufrir una de las catástrofes socioeconómicas más graves de su existencia”.
- “En la Argentina el porcentaje de personas pobres llegó a ser en octubre de 2002 el 57,5 por ciento, abarcando a 13.870.000 personas agrupadas en 3.198.000 hogares, lo que indicaba que el 45,7 por ciento de los hogares se encontraba en situación de indigencia. La medición más reciente muestra que el 31,6 por ciento de los hogares está bajo la línea de pobreza, en tanto 835.000 hogares no superan la línea de indigencia”.
- “Estos valores comparados con los del primer semestre de 2003 reflejan una reducción de la pobreza en más del 10 por ciento, en tanto que la indigencia bajó del 27,7 por ciento al 17 por ciento”.
- “La sociedad argentina y el Estado están tomando ahora el rumbo correcto”.
- “El proceso de crecimiento económico ya lleva 12 trimestres consecutivos, con una tasa del crecimiento anual del 9 por ciento”.
- “Confiamos en que Alemania perciba y aproveche las oportunidades que brinda una intensificación de las relaciones con nuestro país y con Sudamérica en mutuo provecho. Esperamos también que los dirigentes alemanes hagan valer su influencia en la Unión Europea para que los vínculos entre las dos regiones se profundicen realmente”.