EL PAíS
Acusaciones cruzadas y tensión por la guardia en el Garrahan
Trabajo acusó a los huelguistas de no cubrir las guardias y los delegados lo desmintieron. Policías por orden del juez.
El personal no médico del hospital Garrahan cumplió ayer el tercer día del paro de 72 horas en reclamo de un aumento salarial, en una jornada en la cual los gremialistas y los voceros del Gobierno volvieron a polemizar sobre la búsqueda de una solución al conflicto y sobre el cumplimiento de las guardias mínimas para garantizar la atención de los niños internados en el establecimiento. Desde el Ministerio de Trabajo se dijo que las guardias se habían cumplido “con sólo un 75 por ciento de la dotación establecida” por la cartera laboral como “guardia mínima”. La afirmación fue rechazada por el delegado de ATE del hospital, Gustavo Lerer, quien aseguró que lo afirmado por el ministerio “es mentira”, porque “las guardias mínimas estuvieron bien cubiertas”, dado que “no se trata de un número determinado de enfermeros sino de la cantidad suficiente como para garantizar la atención de los pacientes”. Anoche se vivían momentos de tensión en el hospital porque, por orden judicial, se intentaba poner una guardia policial en cada uno de los servicios, a fin de tomar lista del personal que ingresa a cumplir con sus tareas.
“Por disposición del fiscal (César) Troncoso quieren militarizar el hospital y poner una guardia policial para hacer un control de quién entra y quién sale, y nosotros nos oponemos a la medida porque tiene un carácter claramente intimidatorio”, dijo a este diario Gustavo Lerer, el delegado gremial interno de ATE. Los sindicalistas anunciaron ayer que la semana próxima se realizarán nuevas medidas de fuerza en demanda de un aumento del 70 por ciento en los sueldos básicos. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, cuestionó la actitud de la comisión gremial interna, de la que dijo que “actúa con una necedad singular”. Acusó a los sindicalistas de ser “prepotentes” e “irresponsables” al mantener el paro.
“El hospital tiene un promedio de internados de 385 y ahora hay 275, por lo que casi 100 chicos no están siendo llevados a internarse, o se quedan en sus casas o los mandan a otros hospitales”, aseguró el director médico del Garrahan, Daniel Toer, quien adjudicó el problema al mantenimiento de las medidas de fuerza. Por el contrario, la comisión gremial aseguró que la asistencia a los pacientes “se cumplió de manera conveniente y no se produjeron problemas”. En cambio, Toer dijo que la reducción de personal, por los paros, “aumenta el riesgo para los chicos internados”, aunque reconoció que “nadie murió en estos días, aunque hubo mucho menos presencia de enfermería en las salas de internación”.
Una fuerte presencia policial se observó ayer en las inmediaciones del hospital ubicado en Combate de los Pozos al 1800, a raíz de un pedido del fiscal federal Guillermo Marijuan, quien presentó una denuncia por presunto “abandono de persona”. En el marco de esa investigación por la falta de atención que sufrirían los niños internados, el juez Daniel Rafecas envió una dotación de agentes de la Policía Federal y de Gendarmería, además de un grupo de médicos forenses para constatar eventuales deficiencias en la atención de los pacientes.
Para Lerer, la presencia policial constituye “una forma de intimidación” a los empleados que hacen huelga desde el miércoles pasado en demanda de mejoras salariales. La medida de fuerza tuvo el viernes una tregua durante la cual se realizaron operaciones quirúrgicas programadas de alta complejidad. Respecto del servicio de ayer, Lerer aseguró que se cumplió “en forma similar a la de todos los sábados, con guardias mínimas que garantizan en todo momento la atención de los pacientes”.
A su turno, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, insistió en que el Gobierno está “realmente preocupado”, porque hay “necedad y prepotencia” en los delegados por su decisión de “mantener la huelga en un hospital de chicos durante tanto tiempo”. Aseguró que eso “objetivamente está dificultando la atención de esos chicos, que definitivamente necesitan atención médica”. El funcionario dijo que habló sobre el tema con el presidente Néstor Kirchner, quien realiza una gira por Alemania.
De todas maneras, tanto los voceros del Gobierno como de la conducción de ATE a nivel nacional, señalaron que hay “una gran expectativa” respecto dela reunión entre las partes que se realizará mañana en el Ministerio de Trabajo. “La solución al conflicto es posible”, dijeron en forma coincidente, fuentes de los dos sectores en pugna. “Yo creo que en las próximas horas esto tendrá un final y espero que entiendan que cuando uno trabaja en un hospital público y cuando uno es dirigente gremial en un hospital público, tiene que tener una responsabilidad especial”. Si el lunes no hay acuerdo, se realizarían nuevos paros a partir del miércoles.
Subnotas