EL PAíS
› DUHALDE REUNIO A LOS SENADORES DEL PJ PARA RETARLOS POR LA LEY
Los opositores tenían la razón
El Presidente los sorprendió en Olivos diciéndole que la norma que votaron sobre subversión económica deja impunes a los banqueros. Enojos en el bloque. Ahora, entraría por Diputados.
Por Diego Schurman y Felipe Yapur
Dejó pasar las argumentaciones, las chicanas y finalmente los insultos cruzados de los senadores. Recién después Eduardo Duhalde blanqueó su postura: arremetió contra la conducción del bloque del PJ por haber votado la derogación de la Ley de Subversión Económica. No fue lo único que el Presidente dijo en Olivos. Ordenó, además, que la Cámara de Diputados introduzca un proyecto modificatorio para evitar la “impunidad” de los banqueros que tienen causas pendientes con la Justicia.
La actitud de Duhalde desembocó en una crisis interna inusitada. A tal punto, que el salteño Marcelo López Arias se retiró de la quinta dando un portazo.
–Cuando usted mismo se ponga de acuerdo puede seguir contando conmigo Presidente –se despidió ante la mirada atónita de sus compañeros.
No fue el único que partió profiriendo insultos. Lo mismo hizo Jorge Yoma, a quien la conducción del bloque responsabilizó de la crisis y de haber cambiado la postura inicial de Duhalde.
La pelea se originó cuando el PJ aprobó en la madrugada de ayer un proyecto de los senadores Ricardo Gómez Diez (renovador de Salta) y Pablo Walter (bussista) ante la imposibilidad de conseguir los votos para la sanción de una iniciativa propia, que en vez de tumbar la ley proponía modificarla (ver página 4).
Yoma no se sumó a la actitud del bloque y votó en contra. Por la tarde, junto a Jorge Busti y Graciela Bar, se trasladó a la casa del Presidente, en Lomas de Zamora, para explicarle personalmente su postura. Se preocupó en detallar que al voltearse la ley se vuelve imposible demostrar, en caso de vaciamiento de un banco, la “malicia” o el “ánimo de lucro”. Y que, por lo tanto, el delito prácticamente desaparece hasta que no se demuestre primero que hubo fraude.
Para el trío, la conducción del bloque había sido más papista que el Papa. Es que –según sus versiones– el Presidente les aseguró que estaba dispuesto a introducir las modificaciones que ellos impulsaban. Solo de esa forma, Yoma y Cía. estarían dispuestos a cambiar su postura y levantar la mano en una nueva votación.
Entonces José Luis Gioja le pidió a Duhalde un encuentro para hacer su descargo. Ya en Olivos, el titular del bloque argumentó que si el PJ no respaldaba el proyecto de la dupla Gómez Diez–Walter peligraba la estabilidad del Gobierno ya que no se hubiese podido cumplir con una de las exigencias del FMI. “Si no votábamos la ley quedaba tal como está ahora y por un año no podía ser tratada nuevamente.” Un par suyo fue más apocalíptico: “Si no votábamos se caía el gobierno”.
Pese a las explicaciones, Duhalde les informó que la salida al bochorno será a través de un nuevo proyecto modificatorio, que se elaborará en las comisiones de la Cámara baja, y que de lograr su aprobación volverá al Senado. En Gobierno estiman que en una semana o diez días el texto se convertirá en ley, y lo aprobado en la madrugada de ayer quedará en algún cajón del Parlamento.
El propio Roberto Lavagna blanqueó la nueva estrategia. “Creemos que se va a corregir en Diputados. No va a haber derogación sino una corrección, tal como se había acordado”, dijo. El ministro de Economía se comunicó ayer en varias oportunidades con Alfredo Atanasof. Su mensaje al jefe de Gabinete fue claro: dar prioridad a la Ley de Quiebras –finalmente aprobado anoche– ya que presentaba menos escollos que la de Subversión Económica.
Atanasof también tuvo un aparte con Jorge Vanossi. El ministro de Justicia hurgó en al articulado de la ley y lo convenció de que no se estaba votando la impunidad de nadie. El jefe de Gabinete repitió el discurso frente a los periodistas mucho antes de enterarse de que Duhalde bocharía el texto. En la quinta de Olivos, el Presidente no escatimó a la hora de los reproches. Pero los propios senadores, en una reunión previa, ya habían protagonizado varios cortocircuitos. El más duro se registró entre la santafesina Roxana Latorre y Gioja.
–Yo no vuelvo al bloque hasta que vos no des un paso al costado, José Luis. Es un papelón lo que nos hiciste pasar –le dijo la legisladora que responde a Carlos Reutemann.
Gioja se esmeró en explicar una y otra vez la actitud adoptada.
–Lo que terminamos votando era el proyecto original del Ejecutivo y formaba parte de uno de los 14 puntos de los gobernadores, incluso los radicales –dijo. La frase la repitió delante de Duhalde.
Según la conducción del bloque, las declaraciones de Yoma a un programa de televisión, donde reveló que la UCR iba a retirarse del recinto para facilitar la votación del proyecto del PJ, precipitó la crisis. Y que, temerosos de aparecer como cómplices de la maniobra, los radicales finalmente se quedaron sentados en sus bancas. “Ellos tenían que facilitar la votación porque participaron en la redacción del proyecto”, se quejaron con amargura cerca de Gioja.
De todos modos, la mayor bronca apuntaba hacia la propia tropa. Y más de uno deseaba que Yoma, los santacruceños Cristina Kirchner y Nicolás Fernández, y los puntanos Liliana Negre y Néstor Ochoa, se apartaran del bloque. Con menos ímpetu aspiraban lo mismo de los entrerrianos Busti y Bar. Todos habían votado en contra de la derogación de la controvertida ley.