EL PAíS
Hacer campaña sin hacer campaña
La estrategia electoral de Elisa Carrió es dosificar sus apariciones públicas. Estará en la Feria del Libro. El ARI busca compensar sus déficit de estructura y recursos convirtiéndose en contrapunto del Gobierno.
› Por José Natanson
“El sonido del silencio.” Así definió un importante referente del ARI la estrategia de Elisa Carrió, que viene dosificando sus apariciones públicas como parte de un plan que se mantendrá hasta el tramo final de la campaña. En los próximos días, la líder del ARI realizará algunas actividades, que incluyen la presentación del libro del Instituto Hannah Arendt, la apertura de un congreso sobre educación y la participación en una reunión nacional de su fuerza. Se trata, sin embargo, de esquivar el tono habitual de los discursos proselitistas: “Hacer campaña sin hacer campaña”, es el proyecto del ARI según uno de sus estrategas.
El objetivo principal es esquivar la típica estrategia electoral, que incluye la instalación de candidatos y las recorridas proselitistas: para ello, la chaqueña seguirá con sus apariciones de tanto en tanto en el marco de un plan para no saturar al electorado. “La gente no quiere escuchar a políticos que se pelean. Hay que hablar de otras cosas”, fue la instrucción de la chaqueña, que liderará la campaña de su partido como cabeza de la lista de diputados por la Capital.
En este marco, Carrió encarará algunas apariciones públicas alejadas de la lógica estrictamente proselitista: el 29 de abril presentará en la Feria del Libro la publicación de su instituto –Búsquedas de sentido para una nueva política–, junto a Daniel Larriqueta, Diana Maffía y Dora Barrancos. El 6 de mayo inaugurará junto a Marta Maffei, candidata a senadora por el ARI en la provincia, un congreso sobre educación que se realizará en la Facultad de Derecho y del que participarán docentes e intelectuales. El 20 y 21 de mayo viajará a Mar del Plata para participar de un encuentro nacional del ARI y unos días después brindará un seminario en esa ciudad. Al mismo tiempo, Carrió tiene previsto seguir con su curso –titulado “El poder, la verdad y la cuestión del otro”– en el Instituto Hannah Arendt de la Capital y en la sede de Rosario.
Mientras, el ARI comenzará de a poco a instalar lo que sus dirigentes definen como “una campaña de valores”. La idea es adelantarse al peronismo –que aún tiene que resolver la complicada interna bonaerense y que no anunció oficialmente a sus candidatos– y comenzar a instalar tempranamente un mensaje propio. En pocos días se distribuirán afiches que incluirán una apelación al “contrato moral” en el formato de un sello, que se repetirá a lo largo de la campaña. No habrá propaganda partidaria, ni referencias concretas a los comicios y tampoco se mencionarán nombres de posibles candidatos. “Puede parecer abstracto, pero creemos que es mucho más efectivo que empezar a con las candidaturas”, explican cerca de la chaqueña.
Trabajan en el tema los seis integrantes del Comité de Campaña designados por Carrió: el concejal rosarino Pablo Javkin, el mendocino Néstor Piedrafita, el diputado por la provincia de Buenos Aires Fabián Di Nuccio, el dirigente porteño Carlos Iglesias, el secretario legislativo del bloque de diputados, Pablo Failde, y el joven vocero de Carrió, Matías Méndez.
En general, la idea es estirar al máximo el espíritu atípico de la campaña y, mientras tanto, trabajar silenciosamente en la definición de las candidaturas en los diferentes distritos. No es una tarea sencilla. Las encuestas ubican a Carrió en un buen lugar en la disputa porteña y en el ARI se entusiasman con la posibilidad de realizar una buena performance en Tierra del Fuego, donde la diputada Fabiana Ríos dio un batacazo dos años atrás, y quizás en La Pampa y Mendoza. En la provincia de Buenos Aires las cosas pintan más difíciles, ya que Maffei tendrá que hacerse un lugar entre Cristina Kirchner y Ricardo López Murphy. En Santa Fe también: aunque Carrió mantiene una buena imagen en la provincia, el peronismo quiere jugar fuerte con un candidato confirmado –Horacio Rosatti– y otro en veremos –María Eugenia Bielsa– frente al socialismo, que cerró una alianza con el radicalismo para postular a Hermes Binner.
Al margen de las candidaturas, que recién comienzan a discutirse, la idea es afinar de a poco la estrategia. La nacionalización derivada de la unificación de los comicios –y promovida por Néstor Kirchner al anunciar su voluntad de plebiscitar su gestión– es interpretada como positiva por los operadores de Carrió. “Vamos a diseñar una campaña nacional, con un mensaje nacional, que va a centrarse naturalmente en la figura de Lilita”, explica uno de ellos. Y agrega que la única manera de compensar los déficit del ARI en términos de estructura y recursos es apostar a convertirse en el contrapunto del Gobierno. “El objetivo es instalarnos como la cara de la oposición”, concluyen cerca de Carrió.