EL PAíS
› EL CANCILLER Y SEIS EMBAJADORES ANALIZAN LA REGION Y BRASIL
Encierro en Washington
En el marco de severas convulsiones institucionales en Sudamérica, Bielsa convocó a un grupo de diplomáticos para evaluar el futuro de la región.
› Por Sergio Moreno
Rafael Bielsa iniciará hoy, en Washington, un “encierro” con seis embajadores escogidos, todos ellos peronistas, todos ellos de amplia trayectoria diplomática. El encuentro, que durará hasta mañana, será la continuidad de una serie de reuniones y análisis que el canciller viene realizando sobre la situación sudamericana, en particular el vínculo con Brasil a partir de la política de alto perfil que el principal socio de la Argentina viene llevando adelante en cuanto foro internacional se le presente la ocasión y, especialmente, en la región. El presidente Néstor Kirchner, que está al tanto de la realización de este encuentro, tiene desde hace una semana un informe completo elaborado en la Cancillería sobre la relación con Brasil.
Desde fines de 2003, se está discutiendo en el Gobierno y en la Cancillería la marcha de la relación con Brasil y la situación en la región. En el Ministerio de Relaciones Exteriores dichas discusiones se han dado en el marco del gabinete del canciller y con los diplomáticos de carrera. Bielsa las condujo.
Este es un momento particularmente crítico en América del Sur. Con la crisis ecuatoriana en pleno progreso, inestabilidad institucional en Bolivia, incremento de la tensión entre Estados Unidos y Venezuela y una siempre incandescente Colombia, la región atraviesa una etapa de transición no se sabe bien hacia qué.
Paralelamente, Bielsa no tiene certezas acerca de lo que ocurrirá en su futuro cercano: su nombre es medido sistemáticamente por el Gobierno para competir como candidato a diputado nacional por la Capital Federal, en sondeos que le adjudican chances de triunfo. “Bielsa ha decidido, hasta tanto se defina su candidatura, seguir adelante con la gestión en la Cancillería. No puede parar”, dicen al lado del canciller. “Los tiempos de la interna no son los tiempos del Gobierno”, se lo ha escuchado decir en estos días al ministro.
O parceiro
Brasil es el principal socio comercial de la Argentina y pieza central de una potencial alianza estratégica que, en los hechos, nunca termina de concretarse. La relación entre ambos cofundadores del Mercosur fue de extrema tensión durante los últimos años de mandato de Carlos Menem, letárgica durante la efímera gestión de la alianza y ciclotímica en lo que va de los mandatos de Luis Inácio Lula da Silva y de Néstor Kirchner.
Más allá de los extenuantes tires y aflojes ante cada pedido de variación de aranceles y compensaciones por productos –discusiones técnicas que son recurrentes y desgastantes para que la integración en el Mercosur sea algo más que buenas intenciones–, la relación con Brasilia ha seguido fielmente a la de los presidentes de ambas naciones. Kirchner y Lula no han sabido generarse confianza mutua. El argentino aún recuerda la ausencia del brasileño cuando, en agosto de 2003, escamoteó su apoyo en el momento en que Argentina, en la negociación con el FMI, estuvo 72 horas en default con los organismos internacionales de crédito.
Actualmente, Kirchner dice que con su “parceiro” está “todo bien”, pero desconfía de la actitud bulímica de Brasil ante cada vacante en un organismo internacional. “Hay un lugar en la OMC, Brasil lo quiere; hay un lugar en la ONU, Brasil lo quiere; hay un lugar en la FAO, Brasil lo quiere. Si hasta quisieron poner al Papa”, chanceó el presidente argentino hace diez días ante sus hombres de confianza.
En el Gobierno hay quien cree que Itamaraty ha convencido a Lula de que Brasil debe ser el país que conduzca políticamente la región. “Eso lo hace chocar permanentemente con nuestro país y con otros países del área; crece la desconfianza”, dijeron a Página/12 en el Palacio San Martín.La propia prensa brasileña se ha hecho eco de esta “actitud imperial” de la diplomacia brasileña. La eliminación de la candidatura del brasileño Roberto de Seixas Correa para la presidencia de la OMC fue catalogada por los principales medios de ese país como un fracaso diplomático de la política exterior de Lula, que tildan de soberbia y aislacionista. Veamos lo que dicen algunos de los principales diarios brasileños:
- Valor Económico: “La eliminación del candidato de Brasil en la disputa para director de la OMC es el mayor fiasco diplomático del gobierno de Lula hasta ahora. (Dicho fracaso)... expuso la fragilidad del flanco sudamericano de la política externa... Ni los países vecinos apoyaron a Brasil. Muy por el contrario. Ellos cuestionaron el alardeado liderazgo regional del ‘gigante del Atlántico Sur’ y apoyaron al candidato de Uruguay, Carlos Pérez del Castillo”.
- O Estado de San Pablo: “Ese episodio mostró que, además de haber abrazado una estrategia confusa en su política externa, Brasil está aislado entre los países pobres, que vienen rechazando el presuntuoso liderazgo brasileño; está aislado en América latina, que votó sólidamente al candidato uruguayo y está resentido con la actuación de la diplomacia brasileña en la región, y está aislado dentro del Mercosur, tan sensible a actos de arrogancia... En América latina, Brasil permanece aislado. Sin buenos acuerdos con otros países en desarrollo, sin entendimiento con la Unión Europea y con el ALCA estancado, el saldo de la diplomacia comercial brasileña es un redondo fracaso, después de dos años y medio de estrategia Sur-Sur. Llega a ser espantoso que el presidente Lula no lo perciba”.
- O Globo: “Si nadie hace nada, antes del fin de su primer mandato, Lula incompatibilizará a Brasil con buena parte del mundo... En las relaciones internacionales, el ejercicio de una agenda compulsiva lleva a desastres... Las relaciones con Argentina nunca estuvieron peores”.
- Folha de San Pablo: “... en un escenario latinoamericano inestable, con fronteras porosas e inseguras, Brasil no puede aspirar a un liderazgo internacional fuerte”.
Sudamérica
Estos ripios en la relación de los dos países que deberían ser socios inseparables y garantes de la estabilidad en América del Sur son fuente de preocupación en el gobierno argentino (también, como hemos visto, en la prensa brasileña).
La apurada creación de la Confederación Sudamericana de Naciones (CSN), motorizada por Brasil y ejecutada por un concesivo Eduardo Duhalde, no hizo más que alimentar esos desajustes. Kirchner pegó el faltazo al acto de nacimiento de la CSN, desairando a Duhalde y enviándole un claro mensaje a Lula. “No podemos avanzar con el Mercosur, que a veces parece exánime, y vamos a crear un gigante con realidades completamente diferentes”, dudan en el gobierno argentino.
La diplomacia criolla se da corte con algunas acciones de política exterior que consideran beneficiosas para Argentina. Entusiasmados, enuncian: “La Argentina cuenta con tres intervenciones importantes en la región, donde está saliendo muy airosa; fueron buenas operaciones con buenos resultados:
1) Bolivia: Estados Unidos apostó a Gonzalo Sánchez de Lozada, cuando Argentina apostó a Carlos Mesa. Ahora, Mesa es el candidato de la estabilidad en Bolivia incluso para los Estados Unidos.
2) Haití: las FF.AA. argentinas están cumpliendo un buen rol, destacándose en los cuerpos de paz. “Es una presencia que la vamos a facturar en Washington muy favorablemente para nosotros”, dicen en Cancillería.
3) Venezuela: Estados Unidos tensa la cuerda con Hugo Chávez, pero Kirchner es muy consultado por el Departamento de Estado al respecto. Venezuela es un aliado importante de la Argentina. Este escenario hace pensar a los argentinos que las diferencias de ritmo entre las acciones criollas y brasileñas dan pábulo a distintas apreciaciones en el resto de los países de la región. Sin embargo, ese desacople puede agrietar una pared que debería solidificarse día a día.
Para discutir esta situación, Bielsa citó a Washington a seis embajadores:
- José Octavio Bordón, embajador en Washington.
- Rodolfo Gil, embajador ante la OEA, ex asesor de Duhalde en relaciones exteriores, crítico del proceso de formación de la CSN.
- Juan Pablo Lohlé, embajador en Brasilia, ex embajador en la OEA y en Madrid.
- Hernán Patiño Mayer, embajador en Montevideo, ex embajador ante la OEA.
- Juan Carlos Olima: embajador ante la Aladi, ex vicecanciller.
- Federico Mirré: embajador en Londres, ex jefe de asesores de Bordón cuando fue candidato a Presidente.
Los contertulios convocados por el canciller para someterse a un brainstorming (tormenta de ideas) de dos días poseen una larga trayectoria diplomática, todos son peronistas y cuadros del PJ en política exterior.
La reunión ha sido bendecida por Kirchner que, seguramente el lunes, tendrá en su escritorio las conclusiones y la mirada de estos diplomáticos sobre la marcha de la región y qué hacer para solidificar la relación con Brasil.