EL PAíS › ARSLANIAN RECONOCIO PREOCUPACION POR
LA CUMBRE DE LAS AMERICAS

Haciendo una ciudad segura para W.

Desde el verano, norteamericanos y argentinos trabajan en Mar del Plata, donde se hará la Cumbre americana en noviembre.

 Por Raúl Kollmann

El ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, sostuvo ayer que “existe gran preocupación por la normal realización de la Cumbre de las Américas”, el cónclave que reunirá en Mar del Plata a unos 35 jefes de gobierno, entre ellos a George Bush. Arslanian dijo que se está trabajando desde hace varios meses en la cuestión de seguridad de la Cumbre y aunque algunos afirman que Bush dormirá en la ciudad –los norteamericanos tienen alquilado en forma íntegra el Hotel Sheraton–, también es firme la versión de que el inquilino de la Casa Blanca tendrá como residencia un portaaviones que se ubicará frente a Mar del Plata y se trasladará todos los días por helicóptero a la sede del encuentro.
Todo el operativo de seguridad para el encuentro de noviembre está a cargo del gobierno nacional y ya están trabajando hombres de la Policía Federal, la Bonaerense, Prefectura, Gendarmería y la SIDE. Todo se ha vuelto más delicado después del atentado de Londres, porque pese a que Argentina, por su oposición a la invasión de Irak, no es hoy considerada un objetivo caliente, sí lo son el presidente norteamericano y todos los que lo acompañarán.
En los últimos meses hubo un cuestionamiento de los hombres de seguridad de Estados Unidos a la sede de Mar del Plata. Se la consideró inadecuada por ser una ciudad grande, con edificios altos, demasiados accesos y un difícil control de lo que pueda venir del mar. Es más, hubo una sugerencia de que la Cumbre se realice en Bariloche, una ciudad más pequeña y más fácil de controlar. La intentona finalmente quedó en la nada y Mar del Plata está confirmada como sede.
Los mayores dolores de cabeza tienen que ver con los movimientos de Bush. Se habló de prolongar la pista de aterrizaje del aeropuerto de Camet para permitir el aterrizaje allí del Air Force One, el avión presidencial norteamericano. Esas obras no se hicieron y se mencionó la posibilidad de que el Air Force One aterrice en Buenos Aires y luego Bush y Kirchner se trasladen en otra aeronave hacia Mar del Plata. La cuestión del aeropuerto también compete a los otros aparatos que traerán los norteamericanos, entre ellos al menos dos o tres Hércules, con los efectivos de seguridad que acompañarán a Bush, listos para cualquier contingencia.
Como es obvio, los planes reales se mantienen ocultos, pero altas fuentes de seguridad consultadas por este diario admitieron ayer que la versión de que un portaaviones alojaría a Bush se mantiene. Hace siete días estaba prácticamente desechada, pero ahora vuelven a insistir.
Desde el verano argentino se vienen haciendo tareas de inteligencia para preservar la seguridad en el encuentro. Por ejemplo, ya hay funcionarios argentinos y norteamericanos chequeando quién se aloja en cada habitación del Hotel Hermitage, una sede de la cumbre. Y lo mismo sucede con el Sheraton, donde estará toda la delegación estadounidense.
Uno de los grandes desafíos que plantea la seguridad del encuentro de mandatarios es que Mar del Plata tiene la particularidad de que posee miles de departamentos vacíos durante casi ocho meses del año y en edificios que están sobre las calles y avenidas por las que transitarán los mandatarios. Desde allí, un terrorista podría disparar o lanzar un explosivo, por lo cual se están tomando recaudos, edificio por edificio.
En verdad, los desafíos también están en el control del mar y, en general de todo el espacio aéreo. La experiencia del 11 de septiembre lleva a tomar todas las precauciones y tal vez ese panorama haya motivado la idea de que un portaaviones sea el lugar de residencia de Bush. De todas maneras, lo ocurrido en Gran Bretaña también obliga a tener una mirada más amplia. El G-8 se reunió en un apartado lugar de Escocia, pero el golpe se dio en el corazón de Londres. Eso deriva en que la Subsecretaría nacional de Seguridad, a cargo de Ricardo Colombo, y que está bajo la responsabilidad del ministro del Interior, Aníbal Fernández, tenga que dar cobertura a prácticamente todos los objetivos calientes de la Argentina, esto incluye dependencias y empresas de origen norteamericano, británico, italiano e israelí.

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León Arslanian y Felipe Solá en el acto de lanzamiento del plan de seguridad en Mar del Plata.
 
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