Hoy no será un día más para Roberto Lavagna y su equipo. Tampoco para el gobierno nacional. Es que hoy se lanzará la primera emisión de deuda pública en moneda extranjera, 500 millones de dólares en Boden 2012, tras la salida del default. La operación financiera tendrá un fuerte contenido político dado que servirá para testear la reacción del mercado de capitales luego de una reestructuración de deuda que incluyó una quita del orden del 66 por ciento para inversionistas privados y ante la falta de un eventual acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El ministro de Economía, que regresó este fin de semana de China, también diagramó una serie de reuniones con la delegación que partirá hacia Washington el martes por la noche para negociar con el FMI.
Con esta colocación, la Secretaría de Finanzas busca bajar el costo de financiamiento luego de tres emisiones en pesos con tasas de interés de entre un 15 y 16 por ciento. El Boden 2012 fue uno de los instrumentos emitidos para entregar a los ahorristas a quienes se le confiscaron sus depósitos bancarios en dólares en enero de 2002. Los fondos que obtendría el Gobierno servirán para cancelar la primera cuota de las ocho semestrales y consecutivas con las que se amortiza el capital de este mismo título, cuyo vencimiento está fijado para el próximo 3 de agosto.
Según el programa financiero, el Gobierno está autorizado a emitir hasta 1000 millones de dólares en Boden 2012. No obstante, la decisión sobre la emisión total será adoptada de acuerdo a cómo se desarrollen las negociaciones con el FMI, ya que de lograrse un acuerdo el Gobierno podría postergar vencimientos por unos 1700 millones de dólares este año.
Con la vista también puesta en la negociación con el FMI, la primera decisión que tomaría Lavagna, tras su regreso de China, sería que la misión que viajará a Washington no sea sólo de caracter técnico, sino que la integren los principales funcionarios de la Secretaría de Finanzas, para otorgarle un claro perfil “negociador”, mostrando definido interés por alcanzar un pacto. La delegación estaría liderada por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, y la integrarían el secretario de Coordinación Política, Leonardo Madcur, y el subsecretario de Financiamiento, Sebastián Palá.