“Si me quieren echar, me tienen que pelear.” La respuesta del presidente de la Cámara de diputados, Eduardo Camaño, dejó claro que el duhaldismo no va a abandonar dócilmente los puestos estratégicos que ocupa en el ámbito parlamentario, en medio del enfrentamiento electoral con el Presidente. Camaño también hizo una demostración de fuerza al afirmar que el cuestionado jefe de la bancada justicialista, José María Díaz Bancalari, se mantendrá en el cargo hasta el 10 de diciembre, porque la embestida de los diputados kirchneristas no reúne los dos tercios necesarios, y dio muestras de su fidelidad política cuando aseguró que el justicialismo bonaerense “tiene un solo candidato: Hilda González de Duhalde”.
Las posturas de kirchneristas y duhaldistas van endureciéndose a medida que se extinguen los plazos para aquellos que –de ambos bandos– todavía anidan la esperanza de algún acuerdo. Y el Parlamento también es y será escenario de ese enfrentamiento. “Si me quieren echar, me tienen que pelear, ir al recinto y votar, discutir en el seno del recinto, es decir el dedo en forma nominal diciendo a quién vota cada diputado”, aseveró el duhaldista que preside la Cámara baja como muestra de que resistirán los cuestionamientos kirchneristas con todos los medios a su alcance.
En declaraciones radiales, Camaño llegó a extremar y exagerar el ejemplo por el cual sí estaría dispuesto a renunciar a su cargo. “Si el futuro del país está en que yo deje la presidencia (de la Cámara), no hace falta que me lo pida nadie, llevo muchos años de actividad política como para poder entender que uno tiene que dar un paso al costado”, afirmó. Pero rápidamente se alineó en la defensa del ex presidente, a quien reivindicó casi como el único garante de la estabilidad institucional: “Por encima de cualquier diferencia que puede haber en las internas, la obligación de garantizar la gobernabilidad está clara por lo menos desde el sector de (Eduardo) Duhalde”, señaló.
Luego, el titular de la Cámara de Diputados admitió que se trata de una “pelea impensada” para el duhaldismo, al sostener que “nunca se nos ocurrió” que iba a haber “dos candidatos en la provincia, de los cuales al peronismo lo representa nada más que uno que va por el PJ bonaerense, el otro va por el Partido de la Victoria”. Para que no quedaran dudas sobre su alineamiento insistió en que el PJ “tiene un solo candidato (a senador) en la provincia de Buenos Aires que es Hilda ‘Chiche’ González de Duhalde”.
También se refirió a la ofensiva del kirchnerismo, que pidió la renuncia de Díaz Bancalari como presidente del bloque partidario en Diputados, por secundar como candidato a senador a Chiche Duhalde. Camaño ratificó que ese reclamo “requiere de los dos tercios de los miembros” de la bancada, pero reafirmó que Díaz Bancalari seguirá en ese cargo “hasta el 10 de diciembre”. Añadió que “hay 60 diputados de un lado y 69 enfrente” y que “el bloque y el oficialismo necesitan que los 129 legisladores ingresen al recinto, así que me parece que es una medida ilógica desde cualquiera que tiene que manejar el Gobierno”.
La fecha tope –estipulada por Camaño– para un posible recambio de autoridades en la Cámara y en el bloque justicialista está relacionada con la nueva correlación de fuerzas que deje la elección legislativa. Sin embargo, la embestida contra el jefe de la bancada del PJ en Diputados se definiría mucho antes de los comicios de octubre. Un numeroso grupo de diputados peronistas ya trabaja en la conformación de un triunvirato que represente al duhaldismo, al kirchnerismo y al interior partidario. Incluso ya se barajan nombres de quienes integrarían la triada: el salteño Juan Manuel Urtubey, como heredero de Díaz Bancalari; el kirchnerista Osvaldo Nemirovsci, y un representante de alguna provincial neutral, aunque también se menciona al porteño Jorge Argüello.