EL PAíS
› KIRCHNER EN JOSE C. PAZ
“Ustedes saben quiénes la fundieron”
› Por Diego Schurman
La angina no le impidió a Néstor Kirchner gritar su bronca. De todos modos, el dato novedoso, más que sus críticas al matrimonio Duhalde –al que acusó de haber “quebrado y fundido” la provincia– era el lugar donde las hacía: José C. Paz, un bastión duhaldista por excelencia, a donde el Presidente logró convocar a miles de personas, en uno de los actos más importantes de la campaña.
“Fue realmente impresionante la gente que había. Yo miraba y no veía dónde terminaba”, evaluó Kirchner ante Página/12, con el resto de voz que le había dejado su garganta, afectada durante su reciente paso por la neuquina ciudad de Zapala.
El buen ánimo del Presidente tenía una explicación. Mucho se había hablado en los últimos días de José C. Paz. Su intendente, Mario Ishii, era tomado por los duhaldistas como ejemplo de las contradicciones de la Casa Rosada, ya que a la luz de sus antecedentes no puede ser tomado como parte de la “nueva política”.
Kirchner lo sabe desde siempre. Y probablemente por eso desistió de hacer en ese distrito el acto de lanzamiento de Cristina Kirchner, como pensó originalmente para mojar la oreja a Duhalde. Pero ayer fue una parada obligada del raid de campaña y no dudó en apostar fuerte y mostrarse junto a Ishii, en una foto que compartió con la primera dama y el gobernador Felipe Solá. Después de todo, ya consolidó el discurso de que para construir lo nuevo si es necesario hay que echar mano a lo viejo.
No por nada el Presidente bramó la última semana cuando Luis D’Elía, un vocero oficioso de la Rosada, salió a especular con el perfil “mafioso” de algunos intendentes. Una cosa es hablar así –como lo hizo Cristina– de quien se posicionó en la vereda de enfrente, como el caso de Duhalde, y otra de los que decidieron caminar junto al Gobierno.
Por eso el ministro del Interior, Aníbal Fernández, dijo ayer no conocer intendentes mafiosos. “Si encuentran uno tienen que denunciarlo”, lanzó el jefe de la cartera política. El propio Ishii se sintió afectado por los dichos de D’Elía y recordó que no tiene iniciada “ninguna causa” judicial.
Por eso, al analizar la situación de la provincia de Buenos Aires, Kirchner prefirió orientar sus críticas exclusivamente hacia los Duhalde. “Ustedes saben quiénes la quebraron y la fundieron”, señaló.
A Chiche le dedicó un capítulo especial, ya que había cuestionado su proselitismo. “Aquellos que dicen que estoy en campaña y no gobierno vuelven a mentir y a equivocarse. Ellos nunca estaban en campaña y gobernaban, y así nos fue. Yo gobierno todos los días y estoy en campaña para luchar contra el hambre, la indigencia, la desocupación y contra la impunidad”, arremetió en el palco, sobre la ex ruta 197.
Para darle más pompa al acto, hubo fuegos de artificio y mariachis, ingredientes pocos habituales en los actos kirchneristas. En cambio, estuvieron los clásicos cascos amarillos –una manera de simbolizar la reactivación–, las banderas argentinas y las “Angeles de Cristina”, una suerte de porristas que le aúllan a la primera dama como lo harían las fans de Los Beatles con John Lennon.
Los organizadores estimaron entre 40 mil y 50 mil personas. Probablemente no hayan sido tantos, pero sí los suficientes como para impresionar a los presentes.