Después de quince años de soportar la ley de lemas, los santafesinos estrenaron el domingo el nuevo sistema electoral de Primarias-Abiertas-Simultáneas-Obligatorias (PASO) para definir las candidaturas municipales para los comicios del 23 de octubre en que se elegirán, además, diputados nacionales. El “ensayo general” contó con la participación de más del 65 por ciento del padrón provincial, y si bien el socialismo se impuso en Rosario y en la ciudad de Santa Fe, los totales provinciales dieron una ventaja de más de 7 puntos al PJ. Sobre 1,1 millón de votos positivos, el PJ obtuvo algo más de 470 mil (43,6 por ciento) y el socialismo 388 mil (35,8 por ciento); en tercer lugar, con menos de 10 puntos, se ubicó el ARI, que concurrió con lista única en las principales ciudades de la provincia.
“Hemos superado exitosamente la prueba del reemplazo del viejo sistema de ley de lemas, repudiado por la gran mayoría de los santafesinos, y como peronista debo sumar la alegría de haber sido el partido que más sufragios cosechó en estas primarias”, dijo el gobernador Jorge Obeid.
El gobernador logró imponer sus candidatos en las principales ciudades de la provincia ante la “toma de distancia de la elección de concejales” que había anunciado Carlos Reutemann, quien, cumpliendo con su promesa, ni siquiera concurrió a votar: sus colaboradores dijeron que el ex piloto de Fórmula 1 “estaba fuera del país”. En la vereda de enfrente, Hermes Binner –que encabezará la lista de diputados nacionales del socialismo y las encuestas dan como favorito– se mostró “conforme con la ventaja en Rosario y muy contento por haber sido los más votados en la capital provincial”.
Las PASO tienen el valor agregado de haber sepultado definitivamente la promiscua ley de lemas, que permitió que en tres de las últimas cuatro elecciones ganara el que había perdido. A lo largo de los quince años de aplicación del sistema electoral, en tres oportunidades el candidato más votado (Horacio Usandizaga en 1991 y 1995 y Hermes Binner en el 2003) vieron por televisión cómo Carlos Reutemann, primero, y Jorge Obeid, dos veces, asumían la gobernación con varios cientos de miles de votos menos que ellos mismos, pero “ayudados” por la suma de otros candidatos de su mismo partido.
“Eso se terminó y, de ahora en más, el que gana, gana y el que pierde, pierde”, dijo a Rosario/12 Miguel Lifschitz, el intendente de Rosario que logró imponer a su candidato a concejal en la primaria socialista-radical por una gran diferencia. Horacio Ghirardi fue el más votado de los candidatos, con 128 mil sufragios, superando en la interna al radical Jorge Boasso por más de 100 mil votos.
En el peronismo, en tanto, el candidato de Obeid, Osvaldo Miatello, fue el más votado del PJ, con 44 mil votos. En la suma por partidos, el socialismo obtuvo el 36 por ciento contra el 30 por ciento del PJ. Se ubicó en tercer lugar, con 10 por ciento, el ARI, que presentó una sola lista. En la capital provincial también hubo más votos en la primaria socialista que en la del PJ, situación que se revirtió en el interior de la provincia, donde la participación de los justicialistas fue muy superior, al punto de revertir la diferencia que había obtenido el socialismo en las principales ciudades.
Más allá de haberse resuelto la composición de las listas para los cargos municipales, tanto los justicialistas como los socialistas se mostraron conformes con la cantidad de votantes que concurrió a las urnas.
En octubre, las boletas serán de dos cuerpos: diputados nacionales y, separados por una línea de puntos, concejales. Se esperan en el cuarto oscuro no más de 15 boletas diferentes, una cifra considerablemente menor al centenar de alternativas que ofrecía el festival de lemas del viejo sistema electoral. Además ganará la elección el que saque más votos, lo que parece una obviedad, pero que en Santa Fe no siempre se dio durante los últimos 15 años.