EL PAíS
› DOCUMENTO DE LA CONFAR POR EL CHANTAJE
Lo peor es el poder económico
Por W. U.
La Conferencia de Religiosos y Religiosas (Confar), la institución de la Iglesia Católica que representa a las monjas y los sacerdotes de congregaciones religiosas, dio a conocer un mensaje sobre el caso del obispo Juan Carlos Maccarone. En consonancia con otras manifestaciones, señala que “lo más grave es la evidencia de un poder económico y político que desconoce todo camino ético y utiliza el espionaje, la violación de la privacidad y la extorsión como herramientas para asegurar la permanencia del estado de explotación y chantaje”. El documento agrega que “separar el hecho de lo político-económico es tapar los ojos a una realidad que nos amenaza a todos”.
Afirman las monjas y los religiosos que “la trama de la corrupción está tan intensamente tejida que despoja al pueblo de toda herramienta legal para efectuar y probar denuncias, para ponerle nombre a las situaciones. Es tan brutal –dicen– que destroza a todo aquel que, desde cierto lugar de poder y de posibilidad transformadora, se opone”. Por eso aseguran que “quedarnos en el acontecimiento personal sin verlo en el contexto sociopolítico en el que se da, nos puede llevar a perder de vista la gravedad de la situación”. Y agregan que “la situación de amenaza en la que vivió en los últimos años el obispo (Maccarone), es la situación de muchas personas que ven cotidianamente el actuar impune. Muchas no se animan a hablar porque ponen en riesgo su vida y la de sus seres queridos. Otras ven los hechos pero la situación se presenta de tal manera que carecen de las herramientas legales para probarlas en lo procesal judicial, aunque se trate de verdades vistas por todos. Otros denuncian con valentía y se ven expuestas a ser difamadas o manipuladas en su intimidad”.
En la misma línea sostienen que “ver la realidad en totalidad nos invita a mirar a las personas dentro de sus contextos tensionantes y sus situaciones de soledad” y agregan que “la persona es mucho más que un acto o que algunos de sus actos”. Por eso “no podemos mirar este hecho desvinculado de una vida entregada al pastoreo y al servicio generoso a su pueblo”. Al abogar por una “Iglesia más humana”, los religiosos advierten que la Iglesia “no es la asamblea en donde un grupo de justos convierte a otro grupo de pecadores mundanos. Es la asamblea santa y pecadora que intenta en comunión seguir el camino de Jesús”.