Los miembros de la Corte Suprema de Justicia no le extenderán la mano a su todavía colega Antonio Boggiano. Todos los supremos se excusaron “por motivos graves de delicadeza y decoro” de intervenir en la resolución del recurso de queja que Boggiano realizó ante la Corte contra la imposición del Senado de suspenderlo en sus funciones mientras lo somete a juicio político. La decisión recaerá ahora en un tribunal conformado por nueve conjueces sorteados entre camaristas federales de todo el país. Como antecedente inmediato, un tribunal de iguales características falló en contra de los recursos extraordinarios presentados por el ex cortesano Eduardo Moliné O’Connor que le reclamaba al máximo tribunal que revise su destitución.
La decisión de excusarse fue compartida por todos los jueces del máximo tribunal en la acordada realizada ayer, en la que también se votó la designación de Elena Highton de Nolasco –por el voto unánime de sus pares– como nueva vicepresidenta de la Corte Suprema, en reemplazo del renunciante Augusto Belluscio. Ninguno de ellos consideró oportuno participar de la resolución jurídica al planteo hecho por el suspendido juez de la Corte. “Por motivos graves de delicadeza y decoro”, fue la frase elegida para comunicar la resolución.
Ahora, la Corte Suprema deberá convocar al sorteo que designará los conjueces que resolverán el recurso de queja planteado por Boggiano. Los conjueces “naturales” del máximo tribunal son los presidentes de las Cámaras Federales de todo el país, entre quienes se sortean aquellos que sustituirán a los ministros de la Corte para resolver este único recurso. La legislación también establece que si por algún motivo no se completara con ellos el número de jueces del tribunal, sólo entonces se recurriría a una lista de conjueces integrada por abogados de la matrícula.
Boggiano primero reclamó ante la propia Cámara alta la suspensión de su actividad como juez de la Corte que le impuso la Comisión de Juicio Político mientras sustanciaba el proceso. Pero el Senado ratificó su resolución y el suspendido ministro de la Corte apeló la medida ante sus pares. El juicio contra Boggiano continuaba ayer en el Parlamento con la presentación de testigos en la misma causa que terminó con la expulsión de la denominada mayoría automática con que el menemismo contó a su favor en la Corte: el caso Meller, por el resarcimiento económico de 400 millones de dólares a la empresa contratada para la confección de guías telefónica para la ex ENTel.
Pero los antecedentes tampoco corren a favor de Boggiano. Un tribunal también compuesto por conjueces rechazó el año pasado todos los recursos con que el destituido supremo Moliné O’Connor intentó que la Corte Suprema revea la sanción impuesta por el Poder Legislativo. Muchos de ellos presentados incluso en medio de la convocatoria gubernamental para reemplazarlo en el estrado del máximo tribunal de Justicia.