Los trabajadores del Hospital Garrahan iniciaron un nuevo paro de 48 horas y hoy participarán en la marcha a Plaza de Mayo (ver aparte), a pesar de encontrarse con un escenario cada vez más complicado. Ayer las autoridades del hospital les descontaron de sus haberes tres días de huelga, y ratificaron que les iniciarán sumarios una vez terminada la medida de fuerza, según lo dispuesto por la Cámara Laboral que mantuvo la prohibición de efectuar los despidos.
Si bien los trabajadores se alternaron para cubrir las guardias mínimas establecidas por el Ministerio de Trabajo, el hospital decidió descontarles tres días a todos los que adhirieron a la huelga. El delegado de ATE, Gustavo Lerer, informó que el descuento que recibieron en sus recibos de sueldo sumó entre 170 y 200 pesos. Para el abogado de la CTA, Horacio Meguira, los descuentos fueron una medida discriminadora. “El paro lo realizan los trabajadores de ATE, por lo que no se entiende por qué se descontaron los días de paro a algunos y otros percibieron su salario completo”, señaló. Para hacer frente a la nueva disposición, los empleados organizaron un fondo de huelga financiado por sindicatos y agrupaciones sociales, y aseguraron que, si el Gobierno no realiza una nueva propuesta, continuarán con el plan de lucha, que ya sumó 31 días de huelga. Hasta el momento el oficialismo desechó rotundamente cualquier posibilidad de una nueva oferta. Al reclamo por un básico de 1800 pesos, el hospital propuso una suba del 20 por ciento, que los trabajadores rechazaron ya que estría beneficiando a los mayores sueldos. Como parte del plan de lucha, hoy participarán de la marcha multisectorial, que partirá del hospital en un gesto de apoyo.
El paro, que durará hasta mañana, se lleva a cabo en medio de la polémica generada por la decisión de la Cámara Laboral de Apelaciones, que revocó el fallo de primera instancia y habilitó al Consejo de Administración a abrir sumarios contra los empleados en conflicto como vía previa antes de imponer sanciones. Si bien se mantuvo la prohibición de despedirlos, la decisión del tribunal significó luz verde al hospital para implementar un nuevo mecanismo de presión. En este sentido, apuntó ayer su abogado, Enrique Cárrega, quien aseguró que los sumarios comenzarán el lunes y “serán muchos”. “Se evaluarán los daños provocados por la actitud de cada huelguista, su conducta y sus antecedentes disciplinarios en el hospital”, explicó. A estas medidas ayer se sumó una inspección ordenada por el Ministerio de Trabajo, encargada de certificar si se cumplían las guardias mínimas. Las autoridades del hospital sostuvieron que efectivamente no se suspendió ninguna cirugía y que incluso “mejoró la cobertura de los pacientes internados”.