Con fuertes críticas al Gobierno y con la propuesta de superar la dispersión de la izquierda para convertirse en “alternativa de poder”, el frente Encuentro Amplio-ALBA –que aglutina a comunistas, intransigentes, ex zamoristas e independientes– presentó sus candidatos porteños como la expresión electoral de un nuevo movimiento “aún en gestación”. El primer candidato a diputado, el comunista Patricio Echegaray, defendió “la legitimidad de las luchas sociales y gremiales” frente a un gobierno que “intenta desconocerlas y las amenaza con todo el aparato represivo del Estado”. Daniel Betti, que encabeza la lista de legisladores, arremetió contra las experiencias políticas “unipersonales” como la de Luis Zamora que “convirtió a su partido en una empresa familiar”.
Echegaray se encargó de remarcar los tres puntos en los que se sustenta el programa del nuevo frente izquierdista: “Equidad, reforma del Estado y soberanía nacional”. El dirigente comunista defendió las propuestas de reducción de la jornada laboral para asegurar que “el pleno empleo es posible”; de “recuperar el control estatal sobre áreas estratégicas de la economía con participación de trabajadores junto a usuarios y consumidores”; y la oposición acérrima a la implementación del ALCA, que calificó directamente como un “proyecto imperialista de anexión”.
Pero Echegaray también dedicó una parte de su discurso hacia el interior de su partido, cuyos militantes poblaban mayoritariamente el desbordado auditorio del hotel Bauen. Insistió en que la búsqueda de la unidad (que en distrito bonaerense suma a los socialistas) abarcó “a todas las expresiones de izquierda sin condicionamientos”. Una escueta explicación por la ruptura de Izquierda Unida –que compartía junto a MST– y la deserción de Alicia Castro; para ratificar que la línea partidaria se “referencia en la amplia convocatoria” del llamado Encuentro de Rosario. Todos los oradores coincidieron en que no utilizaron el “izquierdómetro” para arribar al acuerdo electoral que ellos mismos consideraron “aún insuficiente”. Betti, que va por la renovación de su banca de legislador, defendió el frente denostando su experiencia junto a Zamora: “convirtió a Autodeterminación y Libertad en una estafa política a sus votantes”.
La legisladora porteña Beatriz Baltroc reivindicó el papel del interbloque de izquierda en la Legislatura, afirmando que “las bancas pueden ser instrumentos políticos valiosísimos si acompañan las luchas y de los sectores populares de la ciudad”. Cuestión que destacó al subrayar la presencia de referentes de esas mismas luchas en la boleta electoral del frente. Tampoco faltó la adhesión a la revolución bolivariana de Hugo Chávez en Venezuela y la cubana con Fidel Castro a la cabeza.