Todos y cada uno de los legisladores que Aníbal Ibarra mencionó con nombre y apellido en su réplica al informe de la comisión investigadora de Cromañón usado como fundamento para abrir el proceso de juicio político en su contra salieron a responderle. El jefe de Gobierno acusó a María Eugenia Estenssoro de armar un testimonio falso para perjudicarlo; de Jorge Enríquez dijo que se manipuló la información recogida en los testimonios para que no apareciera mencionado en el dictamen y a Gabriela Michetti y a Martín Borrelli les endilgó complicidad por acción u omisión con esas maniobras. Las respuestas fueron tan duras como las acusaciones y apuntaron todas en el mismo sentido: que Ibarra incurrió en una serie de “falsedades” y no respondió “ni uno solo” de los cargos que se le formularon.
De todas las estocadas que lanzó Ibarra, la que se llevó la peor parte fue Estenssoro, a quien anunció que denunciará penalmente por considerar que incurrió en el delito de “instigación al falso testimonio”. En la Jefatura de Gobierno le atribuyen a esa legisladora haber “armado” con la finalidad de comprometer a Ibarra el testimonio que ofreció ante la comisión investigadora el ex titular del Hospital de Clínicas Juan Antonio Mazzei, quien fue por demás crítico del modo en que se atendió la emergencia y afirmó que la mayoría de las víctimas murieron durante su traslado a los centros asistenciales porque no se les brindó la atención adecuada en el lugar de la tragedia.
“Yo ya hice lo que tenía que hacer, que era investigar la respuesta de la ciudad ante la emergencia”, sostuvo Estenssoro y remarcó que de esa investigación surgió que “la mayoría de las normas fueron incumplidas”. Sobre el caso puntual de Mazzei, la legisladora señaló que lo dicho por Ibarra “es una mentira y me asombra que caiga tan bajo. Mazzei fue citado como neumonólogo porque queríamos saber si la atención que recibieron las víctimas en el lugar del hecho fue adecuada”. También ratificó lo declarado por el médico en el sentido de que “más de 150 personas murieron durante su traslado” y atribuyó su reacción a que “se sabe vulnerable”. “Se ha refugiado en una pequeña conferencia rodeado de su gabinete –agregó–. Si estuviera tan seguro de que la población no lo considera responsable, vendría a dar la cara a la Legislatura o hubiera presentado una lista para competir en las elecciones, pero no lo hace porque sabe que no lo vota nadie y fue por eso que tampoco pudo conseguir las firmas para el referendo de revocatoria de mandato.”
“Lo de Ibarra es una canallada. Lo que dijo es absolutamente falso y malintencionado”, reaccionó Enríquez, de quien el jefe de Gobierno dijo que fue “borrado” del informe final de la comisión investigadora, a pesar de que en un testimonio se lo mencionaba como uno de los responsables de la habilitación del El Reventón –el boliche que antecedió a Cromañón en ese local de Once– mientras fue subsecretario de Gobierno de la gestión de Fernando de la Rúa. El legislador adelantó que “voy a estudiar la posibilidad de entablarle una querella criminal” y se mostró molesto por el mote de “cobarde” que le puso Ibarra. “Lo de cobarde vamos a resolverlo en el campo que corresponde –advirtió sin precisar si se refería a una suerte de duelo o algo así–. Entre hombres de bien, las imputaciones se dicen en la cara. El cobarde es él porque no se anima a venir a la Legislatura, como tampoco se animó a ir al lugar de la tragedia la noche en que ocurrió.”
Enríquez admitió que en un testigo lo vinculó a la habilitación de El Reventón, pero aclaró que mientras fue funcionario “no tenía ninguna relación con habilitaciones ni policía municipal”. De la omisión de su nombre en el informe de la comisión especuló que podría ser producto de una maniobra “aviesa” y recordó que “hay muchos diputados que participan de las próximas elecciones y pueden haberme sacado para que esto sucediera”. Michetti respondió que Ibarra “miente sistemáticamente y otra vez huye de sus responsabilidades sin hablar de la cuestión de fondo”. Borrelli coincidió en que “Ibarra no contesta sobre Cromañón, ni sobre las inspecciones, ni sobre el motivo que ha llevado al fiscal Sansone a pedir su indagatoria ante el juez”.