EL PAíS
› MAS DE MIL CORTES DE RUTA Y ACTOS EN EL PARO ACTIVO DE LA CTA
“Un día de rebelión contra el hambre”
Con paros de los gremios que se nuclean en la CTA y más de mil cortes de ruta y actos de los piqueteros del FTV y la CCC, a los que se sumaron agrupaciones estudiantiles y empresarias, se efectuó ayer la jornada de protesta contra la política económica.
› Por Luis Bruschtein
“Fue una jornada de rebelión nacional contra la entrega, el hambre y la desocupación”, señaló el titular de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor de Gennaro, al evaluar el “paro activo nacional” que se efectuó ayer con más de mil cortes de ruta en todo el país, tractorazos y movilizaciones en las que participaron decenas de miles de personas. Los principales accesos a la Capital Federal, los puentes de La Noria, Pueyrredón, Alsina y Saavedra fueron cortados entre las 10 de la mañana y las 17 por contingentes de piqueteros y trabajadores, al igual que distintos puntos de la avenida General Paz y avenidas y calles del casco céntrico. Lo mismo sucedía en La Plata, Mar del Plata, Resistencia, Tucumán, Paraná, Rosario, Jujuy y otras ciudades del interior. También fueron cortadas vías del ferrocarril y fue tomado en forma pacífica el aeroparque Jorge Newbery. En Córdoba, la medida de fuerza tuvo aún más contundencia, ya que se sumaron las dos CGT para conmemorar el 33º aniversario del Cordobazo (ver aparte).
“No vamos a discutir con el Gobierno sobre las cifras del paro –afirmó De Gennaro, junto a otros dirigentes gremiales de la central, así como de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), que también convocó al paro– porque en estas acciones lo que importa es si el paro sirve o no sirve a la lucha que llevamos adelante y en este caso ha demostrado la fuerza del pueblo argentino.”
La CTA, que nuclea principalmente a estatales, maestros, trabajadores de la salud, periodistas, aeronáuticos y judiciales, además de los desocupados y jubilados, recurrió al paro activo con cortes de ruta y movilizaciones para concretar una medida de fuerza que no contaba con la adhesión de gremios importantes de la industria y el transporte agrupados en las dos CGT. La CCC, que agrupa fundamentalmente a desocupados y agrupaciones en distintos gremios, adoptó una modalidad similar, en tanto que los universitarios de la Federación Universitaria Argentina y distintas federaciones regionales paralizaron las casas de estudios y realizaron actos en la calle. También organizaron actos la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios (APyME), en tanto que la Federación Agraria movilizó a sus afiliados en tractorazos y cortes de ruta. El más importante fue el de los yerbateros de Misiones, donde un contingente de pequeños productores y peones de la ciudad de Mártires fue reprimido por los efectivos policiales cuando intentaban marchar hacia Posadas.
Las cifras de acatamiento al paro por parte de los sindicatos que se sumaron fueron dispares, pero lo cierto es que la medida se hizo sentir con fuerza. En el centro de la ciudad fue limitada la circulación de colectivos, en tanto que los ferrocarriles y aviones debieron aplicar programas de emergencia. En todos los cortes de ruta y en los actos, prácticamente no hubo pancartas de partidos políticos y en general los manifestantes se identificaban con las siglas de los sindicatos y las agrupaciones de piqueteros y desocupados a las que pertenecían. La policía bonaerense informó que sólo en los alrededores de la ciudad de La Plata se habían producido casi cincuenta cortes, con la participación de más de diez mil personas. En Mar del Plata se produjeron 22 y sólo en La Matanza ocho cortes.
Si bien no hubo un acto central, se realizaron actos y marchas en cada regional. Los gremios de la CTA Capital, y los piqueteros de la agrupación Barrios de Pie, de la Federación Tierra y Vivienda (FTV), agrupaciones estudiantiles y algunas asambleas de vecinos se concentraron frente al Congreso donde hablaron, entre otros, el titular de ATE Capital, Pablo Micheli, y de los aeronáuticos, Favio Basteiro. Al finalizar el acto, un grupo reducido de las asambleas y de partidos de izquierda se encolumnaron hacia la Plaza de Mayo.
En general los cortes y actos se desarrollaron en forma pacífica y sólo se produjeron incidentes menores. En Paraná, arrojaron una bomba molotov contra la Casa de Gobierno y en Neuquén fue agredida de la misma manera una sucursal del Citibank.
El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, criticó con dureza el paro y aconsejó a los trabajadores no sumarse a quienes impulsan estas medidas “porque apuestan al caos y en realidad son sus enemigos”. A su vez el Ministerio de Trabajo denunció que el paro tenía más fines políticos que gremiales. Hasta ahora el gobierno de Duhalde había sentido con más peso las presiones de los sectores empresarios y financieros sobre las decisiones de la política económica y existía también el temor a un posible estallido espontáneo como los de fin del año pasado. Pero la protesta de los desocupados y los dos paros escalonados de la CGT de Hugo Moyano y el de ayer de la CTA empieza a hacer sentir la presión de los sectores populares, que son la otra punta de la manta. El Gobierno lanzó la subvención para jefes y jefas de hogar desocupados y estudia un posible aumento salarial de suma fija para descomprimir la situación, pero una vez que la protesta organizada toma la calle es difícil que se detenga.
Marta Maffei, titular de CTERA, señaló que “el paro es una señal al Gobierno para que cambie la política económica” y que “si no la cambia, habrá que cambiar el Gobierno”. El dirigente de la FTV, Luis D’Elía, respondió que la medida de fuerza era política “porque era contra la política económica del Gobierno”. Estas declaraciones fueron realizadas en la conferencia de prensa que ofrecieron los sindicalistas en la sede central de la CTA, en un local repleto de gente donde se encontraba De Gennaro junto a Amancay Ardura y Juan Carlos Alderete, de la CCC, y representantes de las agrupaciones empresarias, agrarias y estudiantiles que se sumaron al acto.
“Se habla mucho de elecciones –desafió De Gennaro–, y mientras nosotros votamos todas las semanas, los banqueros y el FMI toman decisiones todos los días, nosotros queremos que se convoque a un plebiscito para que el pueblo exprese su opinión sobre la política de sometimiento al FMI.” El gremialista exhortó a la unidad de todos los sectores populares para “parar a los grandes grupos económicos” y exhortó a construir “una alternativa a esta política económica que parta de la aplicación de un shock distributivo que termine con el hambre y ponga de pie al país”.
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