EL PAíS
• SUBNOTA › REPORTAJE A VICTOR DE GENNARO
"Hay que preguntarle al pueblo si acepta o no el plan del Fondo"
El titular de la CTA expresó a Página/12 la necesidad de un frente social para enfrentar la política económica, pero descartó que la Central se convierta en partido. Elogió a Carrió y Zamora y dijo que deberían participar en una interna abierta de los “sectores populares”.
› Por Martín Piqué
“Hoy lo más importante es la unidad de los trabajadores, que es lo que termina atemorizando al poder”, aseguró el secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor De Gennaro, a la hora de hacer el balance del paro general de ayer. “Ya no sólo se puede pensar en sobrevivir. Hay que vivir”, insistió luego, en tono didáctico, como si estuviera resumiendo las vivencias de miles de argentinos. Enfundado en una pechera amarilla de la CTA, escoltado a su izquierda por Amancay Ardura, de la CCC, y a su derecha por Marta Maffei, De Gennaro analizó la medida de fuerza y planteó escenarios para el futuro. Conforme con los resultados, enfatizó: “Tenemos que redistribuir la riqueza, profundizar la democracia y recuperar la soberanía nacional”.
La sala –más bien un galpón– estaba colmada de periodistas, dirigentes y afiliados a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Felicitaciones, saludos y un clima de entusiasmo apenas contenido. La monja Martha Pelloni, los actores Raúl Rizzo y Manuel Callau, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, más un par de militares retirados Centro de Militares por la Democracia (Cemida), compartían el auditorio con la senadora Vilma Ibarra, el ex líder de la JP regionales Juan Carlos Dante Gullo y el diputado Luis Farinello, todos del Frente Nacional Contra la Pobreza (Frenapo).
–Usted dijo que hoy (por ayer) era el día en que la CTA se podía recibir como central sindical. ¿Lo lograron?
–El paro y movilizaciones en todo el país es el tipo de paro de esta nueva etapa, de esta nueva clase. Los piquetes de los barrios son el epicentro de todo ese movimiento tan grande que se transformó en realidad. Son, además, la expresión de la apuesta que hicimos varios organizaciones sindicales, de que la clase trabajadora no era sólo la que tenía trabajo permanente: también era el trabajador desocupado, precario, clandestino, ilegal, jubilado. ¿Y qué significa hacer un paro nacional? Que se conmueve la Nación. Y el paro y la movilización conmovieron a la Nación.
–Hoy se habló de la convocatoria a otros sectores para conformar una nueva fuerza política, o un frente social. ¿Están pensando en utilizar la estructura del Frenapo, por ejemplo?
–Está bien esa diferenciación. Porque somos una fuerza política. Y no solamente nosotros. Cada una de las organizaciones que ha participado. Yo me acuerdo que cuando hicimos la marcha federal Menem dijo “ése es un paro político”. Y fue un parazo. Ese día, que estábamos con la plaza llena, pregunté: “¿Hacemos política?”. Y la plaza respondió: “Sí”. Tenemos derecho. ¿Desde cuándo los únicos que tienen derecho de hacer política todos los días son los grupos financieros? Ellos nos dicen que política es solamente votar cada dos o cuatro años. Pero ellos votan, nos matan y nos saquean todos los días. Por eso hay que pararlos y construir política, que es construir poder propio.
–Insisto: si hay elecciones anticipadas ahora, o en 2003, ¿la CTA participará dentro de un frente electoral?
–La CTA es una central de trabajadores que tiene autonomía de los partidos políticos y del Estado. Y no va a subordinarse jamás al interés de una interna partidaria o a una perspectiva de subordinación a un gobierno. Nosotros no confundimos. Pero sí creemos que hay que construir una fuerza política, social, empresarial, comunicacional, cultural, que sea capaz de alumbrar un gobierno de nosotros mismos. Eso no es un candidato, eso es un pueblo organizado.
–Usted dijo que en la gente se está produciendo un “crac” que la impulsa a pelear contra el modelo. Lo que sucedió el 19 y 20 de diciembre podrían ser una muestra de ese “crac”. ¿En que modificó a la CTA lo que pasó en esos dos días?
–El 19 a la noche se acabó el terror de la dictadura, impuesto el 24 de marzo. Para mí empezó una nueva etapa, que no sólo nos lleva a discutir la posibilidad de defendernos. Necesitamos organizarnos para la ofensiva. Y la ofensiva está en lo que hicimos hoy. ¿Cómo se mide el hecho de un paro en esta Argentina de hoy? Si uno pone la cabeza de lo que pasa en la realidad de la clase trabajadora de hoy, ¿cómo explica lo que pasó? Si los sindicatos mayoritarios no convocaron a paro, ¿cómo pasó esto? Hay que cambiar la cabeza, hay que abrir la cabeza, el corazón y hay que poner las tripas, el cuero. Por eso se pudo hacer lo de hoy. Estamos en la ofensiva.
–Marta Maffei dijo hoy que las dos CGT “ya no tienen consenso entre los trabajadores”. Sin embargo, en el último acto de la CGT que lidera Hugo Moyano, él llamó a la unidad de los que luchan. ¿Piensan en Moyano cómo un posible aliado para nuevas acciones en conjunto?
–Somos respetuosos de las opciones que toman los que están en la CGT, no nos metemos en su interna. Los trabajadores que optan por la CGT, tienen derecho. Lo que no aceptamos es que nos impidan a los trabajadores organizarnos y optar porque nuestros organizaciones puedan funcionar libremente. Nos importa la autonomía en la organización de los trabajadores, porque confiamos que en la unidad de la clase nos va a permitir una unidad de proyecto, y después orgánica.
–¿Elisa Carrió y Luis Zamora deberían compartir una fórmula en las próximas elecciones?
–Son dos grandes militantes del campo popular, con diferentes historias pero con una conducta muy importante. Y los respeto totalmente, y me parece que ellos y otros más, y muchos más, miles más, todos tenemos que ser parte de un proyecto de Nación que exprese la voluntad de gobernarnos a nosotros mismos. Tenemos que construir un “nosotros”, un colectivo muy importante. En el campo popular hay matices que se convierten en riquezas de la construcción. Ojalá que todo lo resolvamos democráticamente. Por ejemplo, estas candidaturas. ¿Por qué no pensar en una gran convocatoria de internas abiertas donde el campo popular exprese todos los sectores?
–¿Lo van a proponer?
–¿Por qué hay que discutir las elecciones que no están? Eso lo dicen desde los sectores del poder. Yo no discuto las elecciones, claro que no tengo duda de que siempre soy proclive a las elecciones. Ahora sería más lógico que todos estén discutiendo hacer un plebiscito dentro de 15 días y preguntarle al pueblo si hay que aceptar o no el plan del Fondo Monetario Internacional, si hay que aceptar o no la derogación de la ley de subversión económica, o la administradoras de fondos de pensión privada o un sistema estatal de reparto solidario para todos los jubilados.
–El martes, el ex ministro de Economía Ricardo López Murphy prometió ante un grupo de empresarios que “el debate va a ser duro” y aseguró: “Les garantizo que nos van a dar, pero no saben cómo les vamos a contestar”.
–Ellos avanzan en el autoritarismo porque no pueden convencer a nadie. Ellos, los grupos que gobiernan en serio el país, ya tomaron la decisión de reprimir. Se acabó. Lo único que pueden hacer es atemorizar, y decir: “Firmemos porque si no viene lo peor”. Ya estamos en lo peor. Ya están reprimiendo. Pero nuestro pueblo está volviendo. Yo no tengo la menor duda de que López Murphy no va a ganar ninguna elección.
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