EL PAíS
› LOS QUE LLAMABAN AL CACEROLAZO
Abogados de fiesta
En el verano de 2002 se paraban en las escalinatas del Palacio de Justicia con megáfonos, ollas y cacharros y pedían que se fuera la Corte Suprema del menemismo. Llegaron a convocar cacerolazos multitudinarios, que se repitieron durante varios meses. No eran los ahorristas, sino los integrantes de la Asociación de Abogados Laboralistas. Esta semana, con la destitución de Antonio Boggiano, celebraron casi como un triunfo propio y de “los anónimos ciudadanos que nos acompañaron” la “desarticulación de la mayoría automática”.
“El 18 de septiembre de 2005 se cerró una etapa histórica, que comenzó el 28 de diciembre de 2001, con el primer cacerolazo contra la Corte Suprema”, sentencia un documento que hizo circular esta semana la asociación de los laboralistas, que preside Teodoro Sánchez de Bustamante y secunda Luis Ramírez. “Se tenía plena conciencia de que la mayoría automática que controlaba nuestro máximo tribunal de justicia consolidaba un pacto mafioso de impunidad entre los tres poderes del Estado”, añade y recuerda las marchas y contramarchas en el juicio político. “Boggiano participó activamente de esa nefasta mayoría”, dice.
“La depuración de la Corte Suprema”, concluye el texto difundido por los juristas, no es “mérito exclusivo del actual gobierno”. “Fue el pueblo movilizado –recuerda– el que desnudó, sacudió y dejó tambaleante a esa estructura de la injusticia, el oprobio y la vergüenza.”