“Para la foto en la Casa Rosada estaban todos, pero ahora algunos gobernadores golpean la puerta de los senadores para que el proyecto de Ley de Financiamiento Educativo no se apruebe”, denunció el secretario general de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), Hugo Yasky, al presentar en el Congreso las miles de firmas recogidas en todo el país apoyando el incremento de la inversión en educación del 4 al 6 por ciento del Producto Bruto Interno en cinco años. “Si no la sancionan antes de fin de año, cuando las provincias todavía no aprobaron sus presupuestos, no entrará en vigencia en el 2006”, explicó el dirigente, a la cabeza de una marcha de docentes que se concentró frente al Congreso.
La delegación de docentes que se movilizó desde la sede del teatro Sha –donde está deliberando el congreso educativo del gremio– hasta el Congreso fue recibida por el senador justicialista por el Chaco Jorge Capitanich. Justamente, la situación en esa provincia gobernada por el radicalismo fue denunciada por Yasky: “Planteamos la inmoralidad pública de las autoridades de Chaco, que este año tuvieron 40 días de huelga y el año pasado 37 y salieron a cruzar el proyecto porque no quieren asignaciones específicas para educación y menos el monitoreo de la sociedad civil sobre el destino de los fondos”, señaló.
Además del “lobby” en contra de esa provincia, la Ctera identificó también a La Pampa y a Salta como otras de las jurisdicciones que están intentando trabar la sanción de la Ley de Financiamiento. “Vamos a profundizar la movilización de la comunidad educativa, el trabajo junto con los padres, para constituir un sujeto social que garantice con su presión una Ley de Financiamiento que se sancione y se aplique”, señaló Yasky.
“En caso de que el Congreso se convierta en una ciénaga, vamos a convocar a un congreso extraordinario de Ctera para definir medidas de acción directa y movilizaciones en todo el país”, adelantó el titular del gremio.
La central sindical acompañó la elaboración del proyecto de financiamiento junto con los otros gremios nacionales (los privados del Sadop, los técnicos de AMET y la UDA) y coincide en la estrategia oficial de sancionar esa norma para luego discutir una nueva ley de educación. El trabajo conjunto se reflejó en que Yasky fue uno de los oradores de la presentación en sociedad de la iniciativa en el Salón Blanco de la Casa Rosada.
De hecho, desde ayer están deliberando alrededor de quinientos delegados de las entidades de base del país en un congreso educativo para establecer los lineamientos básicos de una nueva Ley Nacional de Educación. La idea es elaborar un documento que circule por las distintas jurisdicciones para ser discutido con organizaciones estudiantiles, gremios y la sociedad civil y luego entregarlo a las autoridades. “Tenemos que terminar con la fragmentación y la desigualdad que generó la Ley Federal de Educación”, dice el dirigente bonaerense e integrante de la mesa de conducción de la Central de Trabajadores Argentinos.