“Calzonudos”, “fallutos”, “perdedores”. El gobernador de Río Negro, Pablo Verani, apeló ayer a cuanto calificativo de ese estilo se le cruzó por la mente para criticar a los radicales que pidieron su expulsión del partido por haber ordenado a la senadora por esa provincia Amanda Isidori que abandonara el recinto de la Cámara alta para que el oficialismo pudiera aprobar la derogación de la Ley de Subversión Económica. Federico Storani y el senador Juan Carlos Passo –dos de los que reclamaron que Verani sea echado de la UCR– ratificaron su pedido y atribuyeron la “agresividad” del rionegrino a su falta de argumentos para justificar su decisión. El presidente del bloque de senadores radicales, Carlos Maestro, evitó responderle a la espera de la reunión que hoy mantendrán los miembros de esa bancada y en la cual se definirá qué hacer con Isidori.
“Todos los que me critican son del eterno radicalismo perdedor, mientras que yo pertenezco a una provincia en la que la UCR gana hace 20 años”, sostuvo, y recordó que el acuerdo de 14 puntos firmado entre los gobernadores y Eduardo Duhalde incluía derogar la Ley de Subversión Económica. “Me duele que me critiquen porque esto estaba planteado en el partido. Lo que ocurrió, entonces, fue que Río Negro no firmó con la mano y borró con el codo”, destacó Verani y remató: “Yo no soy falluto. Firmé una cosa a conciencia y tengo que cumplir. Se los dije a los miembros del partido: si no, estamos sujetos a cuatro calzonudos que están alrededor del chimangueo del país y demostraron que no pueden con el partido”.
Verani consideró que “todos los radicales que me critican son del eterno radicalismo perdedor, mientras que yo pertenezco a una provincia en la que la UCR gana hace 20 años” y dijo que los pedidos de expulsión no le importan. En particular, remarcó que “me tienen sin cuidado” las críticas “de algunos, como (el senador radical Juan Carlos) Passo, que llegó en minoría, o de (Federico) Storani que nunca pasó de un porcentaje de alrededor del 15 por ciento de los votos”. También afirmó que “al sistema político falluto nunca le tuve miedo, mucho menos a estos personajes que nunca convencieron a nadie”.
Verani aseguró además que dentro del radicalismo a nivel nacional “tienen un despelote madre” y de sus críticas tampoco se salvaron los diputados, a quienes acusó de “haber votado ese “haber votado ese cachivache” que llevó al Senado a tener que derogar la ley.de los votos”.
“La agresividad y los conceptos peyorativos de Verani son parte de la impotencia de no tener explicación para lo que hizo”, opinó Passo, quien aclaró que “no lo he descalificado, sino planteado una posición que ratifico: si alguien forma parte de la conducción partidaria y hace semejante zancadilla, no puede ser mantenido en ese lugar”.
“Con insultos pretende esconder una vergonzosa claudicación”, apuntó Storani. Además, recordó que “Verani era hiperdelarruista y ahora es duhaldista. No es extraño; siempre se sintió cómodo al lado del poder”.