Mar 04.06.2002

EL PAíS  › LA OPINION DE POLITICOS Y EXPERTOS

¿Sus dichos estuvieron bien o mal?

- Héctor Polino (diputado del ARI): “Las declaraciones seguramente no representan el pensamiento y los sentimientos del hermano pueblo uruguayo. Las palabras de Batlle son un agravio al pueblo argentino, y sería bueno que en lugar de hacer generalizaciones absurdas, señalara con nombre y apellido a las personas que considera corruptas. En realidad se trata de una intromisión manifiesta en la política de nuestro país, que no se compadece con los lazos de amistad que une a ambos países”.

- Aníbal Ibarra (jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires): “En primer lugar quiero expresar mi más profundo rechazo e indignación por las declaraciones del presidente uruguayo. Es una insolencia incalificable. Batlle acaba de pisotear doscientos años de historia común entre argentinos y orientales, y sin siquiera tener en cuenta la solidaridad argentina con los miles de uruguayos que vinieron a nuestro país escapando de la desocupación, la pobreza y la persecución política de su patria durante la dictadura. En nombre de los millones de argentinos que se levantan todos los días a las cinco de la mañana para trabajar honradamente, de los millones de argentinos desocupados y desesperados, de los cientos de miles de chicos hambrientos e inocentes, lo mínimo que tendría que hacer es pedir disculpas. Estoy convencido de que el pueblo uruguayo no comparte en nada las declaraciones de su primer mandatario”.

- Carlos Brown (diputado del PJ): “Batlle se equivoca y comete un agravio innecesario y una intromisión indebida en los temas argentinos, me da la impresión de que Uruguay vive un momento muy difícil y como temen que le pasen alguna factura a la clase política uruguaya buscan dirigir la culpa hacia otro lado”.

- Miguel Angel Toma (diputado del PJ): “Lo que dijo es gravísimo, por lo indiscriminado. El hecho de que haya hecho este tipo de declaraciones sobre la clase política ya es una situación embarazosa, pero que diga ‘los argentinos’ es más embarazosa aún”.

- Mario Capello (diputado de la UCR): “Generalizar genera impunidad, a los ladrones hay que identificarlos con nombre y apellido. Cuando se afirma que todos los políticos son ladrones se busca que otros sectores de poder tengan el control de la política y, así, surgen enormes negociados”.

- Eduardo Di Cola (diputado del PJ): “Los dichos del presidente Batlle no significan que se perjudiquen las relaciones con el pueblo uruguayo. Una buena parte del dinero espurio obtenido a través de la corrupción en la Argentina encontró en Uruguay una excelente puerta de salida. Le hemos pedido en numerosas oportunidades al gobierno uruguayo que abra los archivos de sus bancos para conocer cuál fue el camino del dinero que se obtuvo ilegalmente en el país”.

- Atilio Boron (director del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales): “Frente a estas declaraciones me parece importante que los argentinos diferencien a los uruguayos de su presidente, definido por Fidel Castro ‘como un lacayo trasnochado del imperialismo’. Es lamentable lo que dijo. Y lamentablemente el gobierno argentino, al hacer de la sumisión al imperialismo su política exterior, alienta a que otros sirvientes hagan cosas como éstas. No me parece que estas declaraciones puedan cambiar demasiado la política exterior del Gobierno”.

- Francisco “Barba” Gutiérrez (diputado del Polo Social): “Creo que son declaraciones absolutamente desafortunadas, aunque se puede calificar de corruptos a los partidos tradicionales como el justicialismo, el radicalismo que, por ejemplo, han negociado hace poco las leyes de Subversión Económica y de Quiebras. Pero de ninguna manera esto puedeaplicarse al pueblo argentino, que es laborioso, que ha sido muy castigado durante esta última década y que sigue luchando por su dignidad. Además, este tipo de declaraciones afectan las relaciones de los gobiernos de turno, pero a nivel popular hay una lazo muy estrecho con nuestros hermanos uruguayos desde hace muchísimos años. Nosotros tenemos una muy buena relación, sobre todo con los trabajadores de Uruguay, que vienen rechazando, mediante distintas manifestaciones a Batlle por su política económica, la sumisión a los Estados Unidos y el reciente voto contra el hermano pueblo de Cuba. Seguramente desde el Congreso presentaremos una declaración de repudio, aunque todavía no hemos tenido tiempo para hablar de eso”.

- Alicia Castro (diputada del Frente para el Cambio): “Creo que frente a lo que dijo Batlle es necesario recordar que la quiebra de la Argentina se debe al modelo neoliberal, al modo inequitativo de distribución del ingreso, al endeudamiento externo, y a la profunda desindustrialización del país concebida durante la última dictadura militar, entre otros factores. Es cierto que hay corrupción en la corporación política y se hace evidente en los acuerdos entre el PJ y la UCR por la votación de las leyes exigidas por el Fondo Monetario Internacional para brindar ayuda financiera a Argentina. Pero la corrupción no es un dato colateral sino que es inherente a este modelo de desigualdad. Creo que la generalización es muy desafortunada, porque lo que pretende es exculpar a este modelo excluyente”.

- Ricardo Vázquez (diputado de la UCR): “Las declaraciones de Batlle son un exabrupto y un agravio gratuito que empañan las tradicionales relaciones amistosas de nuestro país con Uruguay en todos los ámbitos. Desde la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara vamos a pedir explicaciones al mandatario uruguayo. Con sus declaraciones, Batlle ofendió a todo el pueblo argentino”.

- José Luis Fernández Valloni (presidente de Acción por la República): “El Gobierno debe rechazar formalmente las expresiones vertidas. Lo que se debe salvar es la continuidad de las relaciones de solidaridad y fraternidad rioplatenses”.

- Jorge Altamira (legislador del Partido Obrero): “Nuestro pueblo se rebeló contra el gobierno de Fernando de la Rúa –el 19 y 20 de diciembre del año pasado–, no sólo contra la corrupción que reina en el país, sino contra todas las injusticias del sistema capitalista. Así que las declaraciones de Batlle son un insulto inadmisible para todo el pueblo trabajador argentino. Además, el presidente uruguayo no tiene autoridad moral para formular esas declaraciones porque en el año 1969 utilizó información confidencial para comprar dólares antes de una devaluación y enriquecerse. El incidente es conocido allá como “la infidencia”. Es el corruptor más grande de la historia uruguaya”.

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