El bloque de senadores del radicalismo está más cerca de un ataque de nervios que de una fractura. Tras la sesión donde se derogó la Ley de Subversión Económica gracias a la colaboración de la radical Amanda Isidori, un grupo de senadores amenazó no sólo con renunciar a los cargos que ocupan en la conducción del bloque sino con separarse de él. El fuerte cuestionamiento al presidente del bloque, Carlos Maestro, fue expresado en una carta.
La misiva lleva la firma del jujeño Gerardo Morales, el pampeano Juan Carlos Passo y el porteño Rodolfo Terragno. Allí piden “un nuevo punto de partida en la organización y funcionamiento del bloque”. Una de las frases más duras de la carta dice que “ha llegado hasta el límite de una estrategia implícita, que consistió en acompañar al Ejecutivo sistemáticamente: a veces con el voto, a veces con proyectos alternativos que no comprometían la mayoría del PJ, la semana pasada con el retiro de una senadora para que no triunfara nuestra posición”. El texto finaliza con el anuncio de la renuncia de Morales a la secretaría general del bloque. La nota iba ser el tema central en la reunión de ayer. Sin embargo, Maestro consiguió 24 horas de tiempo cuando Raúl Alfonsín, Raúl Baglini y Jorge Agúndez dijeron que tenían que participar en la comisión de Asuntos Constitucionales. Los tres partieron, pero el único que integra la comisión es Alfonsín.