EL PAíS
› SE COMPLICA EL CONFLICTO CON LOS AEROPORTUARIOS
Sin luz al final del túnel
Unos 800 trabajadores no pudieron ingresar a los hangares de Ezeiza y cortaron la autopista. La CGT no apoyó a los gremios en huelga y los que no se plegaron le pidieron al Gobierno que despidiera al subsecretario Cirielli.
› Por Miguel Jorquera
Las medidas adoptadas por Aerolíneas Argentinas contra los empleados en huelga recalentaron aún más el conflicto que la compañía mantiene con técnicos y pilotos por aumentos salariales. Además de los 168 despidos, ayer unos 800 trabajadores no pudieron ingresar a los hangares de Ezeiza y los aeronáuticos respondieron cortando la autopista Riccheri y el acceso al aeropuerto internacional. Anoche, los sindicatos que adhieren al paro por tiempo indeterminado, APTA y APLA, ratificaron las medidas de fuerza, aunque no pudieron exhibir el apoyo explícito de la CGT como tenían pensado. Los otros cinco gremios que no respaldan la huelga se reunieron con el jefe de Gabinete y el ministro de Trabajo en la Casa Rosada y pidieron el alejamiento del subsecretario de Transporte Aerocomercial, Ricardo Cirielli. El Gobierno respondió que tomará todas las medidas para arribar a una solución del conflicto y garantizar los servicios mínimos.
Después de ratificar la huelga por tiempo indeterminado, los dirigentes de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) estaban a la expectativa de “algún llamado de la empresa o del Gobierno” para destrabar el conflicto con Aerolíneas Argentinas, que el domingo decidió despedir a 168 técnicos y pilotos. Pero a última hora de anoche ninguno de sus teléfonos había sonado.
“Todavía no tengo novedades sobre la reunión que los compañeros tenían en la CGT”, le dijo a Página/12 Daniel Biró, secretario general de APLA. Los gremios en conflicto habían anunciado un encuentro con los popes cegetistas en el que respaldarían sus reclamos. Pero esto tampoco sucedió a lo largo de una jornada complicada para los huelguistas en el quinto día de paro que impidió la partida de los vuelos de la empresa.
Aerolíneas sorprendió a los trabajadores –que cumplían el paro en sus puestos de trabajo– negándoles el ingreso a los hangares de Ezeiza. Mientras los técnicos cortaban la autopista Riccheri y el acceso al aeropuerto internacional en repudio a la actitud de la compañía –provocando airados reclamos de los pasajeros–, los otros cinco gremios del sector que no se sumaron al conflicto se reunían con los ministros Alberto Fernández y Carlos Tomada en Casa de Gobierno, a quienes le pidieron el alejamiento de Cirielli, funcionario y dirigente de APTA.
“Los ministros manifestaron que pondrán todas las herramientas necesarias a su disposición para arribar a un solución al conflicto que calificaron como estrictamente gremial. Entre ellos garantizar el acceso de los trabajadores a sus lugares de trabajo y los servicios mínimos del transporte aerocomercial”, coincidieron en señalar los gremios que se reunieron con Fernández y Tomada: los pilotos de Austral (UALA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), la Asociación de Técnicos de Líneas Aéreas (ATVLA), la Unión Personal Superior de Empresas Aerocomerciales (UPSA) y la Asociación de Personal Aeronáutico (APA).
Los dirigentes llegaron, como estaba previsto, a las 11 de la mañana a Casa de Gobierno, sin conocer que a esa misma hora quien debía recibirlos, el jefe de Gabinete, anunciaba los cambios ministeriales. Lo que demoró el inicio de la reunión, aunque tuvieron un encuentro previo con Tomada, que no estaba en la agenda de los sindicalistas.
La reunión se extendió por varias horas. “Le pedimos al Gobierno que intervenga en la solución del conflicto y que le plantee a la empresa, como gesto de buena voluntad, la reincorporación de los despedidos para tratar de arribar a un acuerdo”, le dijo a este diario Edgardo Llano, el secretario general de APA. Una declaración que provocó un cortocircuito en su propio gremio: el dirigente Ariel Basteiro calificó de “lamentable la postura de APA por haberse involucrado en la postura empresaria frente al conflicto que enfrenta a los trabajadores con Aerolíneas Argentinas”.
En tanto, los aeronavegantes fueron quienes encabezaron la embestida contra el subsecretario de Transporte Aerocomercial, con quien mantienen un viejo enfrentamiento. Ricardo Frecia y Alicia Castro –que participó de la delegación de la AAA– pidieron a los ministros el alejamiento delfuncionario. “Queremos que Cirielli sea relevado porque no puede ser funcionario y a su vez llevar a cabo un paro que puede dejar sin trabajo a más de 8.500 personas”, dijo la dirigente de las azafatas. Frecia justificó la postura ante Página/12: “Hemos denunciado ante la justicia a Cirielli, porque creemos que manipuló a los trabajadores para defender otros intereses. Entre ellas impulsar la creación de LAFSA que nunca voló y le costó al Estado 80 millones de dólares, además de avalar los subsidios a empresas privadas como Southern Winds”.
Después que un vuelo de Aerolíneas despegó por la tarde con destino a Iguazú desde el aeroparque metropolitano, al mando de “personal jerárquico”, APLA convocó a una asamblea en el hall del aeropuerto. Allí ratificaron “el paro por tiempo indeterminado hasta tanto no se alcance una solución al conflicto con la expresa satisfacción para los pilotos” y llamaron a sus afiliados a “no dejarse intimidar por la empresa”. APTA, también ratificó la medida.