EL PAíS
La recuperación del empleo formal mantuvo su marcha firme en octubre
› Por David Cufré
El empleo formal volvió a crecer en octubre, aunque por debajo del promedio de los últimos doce meses. La suba fue del 0,6 por ciento respecto de septiembre, 2 décimas menos de la media del último año. De todos modos, se mantiene una tendencia positiva que lleva ya 37 meses. La expectativa de los empresarios respecto de la evolución futura de sus dotaciones refleja que son más quienes piensan incorporar personal en relación con los que proyectan desvinculaciones. La industria volvió a ser la locomotora del empleo, pero también se apreció una mejora en el sector servicios.
“El proceso de caída de la desocupación continúa fuerte y sostenido en el cuarto trimestre”, destacó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, al dar a conocer los resultados de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que realiza su cartera. El estudio toma en cuenta solamente la creación de puestos de trabajo formales en el sector privado, en empresas de más de 10 trabajadores. Emilia Roca, directora general de Estudios y Estadísticas Laborales, indicó en diálogo con Página/12 que actualmente nueve de cada diez puestos de trabajo que genera la economía son en blanco. La proporción es exactamente inversa a la experimentada durante la convertibilidad. Entre 1991 y 2001, sólo uno de cada diez empleos era formal.
Roca recordó que aquel proceso de fuerte precarización tuvo lugar al mismo tiempo que los aportes patronales se redujeron casi un 50 por ciento, de 33 a 17 puntos. A pesar de esa caída, la falta de competitividad del uno a uno llevó a que la mayoría de las empresas buscaran reducir costos laborales mediante la contratación en negro. La misma funcionaria evaluó que también influyó en esa conducta “la señal que bajaba desde el Gobierno”. Su conclusión fue que la actitud de la administración actual incide para que se genere mayor cantidad de empleos de calidad.
La evolución de los últimos doce meses, comparando octubre de 2005 contra igual mes de 2004, arroja un crecimiento del trabajo formal de 10 por ciento. Tomada resaltó que al mirar lo que ocurrió en ese mismo período durante los últimos dos años, la velocidad de la recuperación es cada vez mayor. Entre 2002 y 2003, el aumento fue del 4,7 por ciento, mientras que entre 2003 y 2004 llegó al 6,1.
A pesar de la tendencia, todavía más del 45 por ciento de los trabajos son en negro. Antes de la dictadura y de José Martínez de Hoz, quien fue el que empezó a desmontar los sistemas de inspección del Estado, la Argentina tenía cifras de empleo informal menores al 20 por ciento. En los ‘80 se mantuvo un nivel superior a los 20 puntos, llegando a 28 sobre el final del mandato de Raúl Alfonsín. En la década menemista, el trabajo en negro trepó a un promedio del 40 por ciento. El derrumbe de la convertibilidad hizo pegar un salto a más de 50 por ciento, aunque esta cifra debe ser matizada porque está “inflada” por la incidencia del plan Jefas y Jefes de Hogar, cuyos beneficiarios son considerados trabajadores informales, y por el cambio de metodología de la Encuesta Permanente de Hogares. Igualmente, el Gobierno tiene un gran desafío por delante para bajar los niveles de precarización. Felisa Miceli tiene este tema entre sus prioridades, según comentan sus allegados.
En octubre, el trabajo en la industria manufacturera aumentó un 0,8 por ciento contra septiembre, mientras que la suba interanual fue del 9,3, por debajo del promedio de 10 puntos. La construcción, en cambio, cayó 0,2 por ciento respecto de septiembre, pero en los últimos doce meses subió un importante 33,4. Los servicios aumentaron 0,6 contra septiembre y 8,3 en relación con octubre de 2004.