EL PAíS › PASOS AL URUGUAY CORTADOS EN EL FIN DE SEMANA CLAVE DEL TURISMO
Con cortes escalonados, los entrerrianos buscaron romper el recambio quincenal en el turismo al Uruguay como protesta por la instalación de papeleras. La asamblea de Gualeguaychú discutirá si terminan hoy al fin de la tarde o si continúan el domingo. La impasse entre los gobiernos.
› Por Laura Vales
Desde anoche y hasta las seis de esta tarde de hoy (aunque podría extenderse más, según lo que se decida), los tres puentes internacionales en la frontera entrerriana con el Uruguay estarán cortados, en rechazo a la instalación de las papeleras Ence y Botnia en la ciudad de Fray Bentos. En plena fecha de recambio turístico de Punta del Este, la protesta de vecinos busca que el gobierno de Tabaré Vázquez frene la construcción de las plantas hasta que se realice “un estudio independiente” sobre su impacto ambiental. La posibilidad de que dure todo el fin de semana será discutida en la asamblea ambientalista de Gualeguaychú.
En el Uruguay hubo quejas por la medida. “Vemos muy mal el boicot que se nos ha hecho en la frontera, el que se está ampliando. Esto no le ha hecho bien a la relación (con la Argentina)”, sostuvo el senador del Frente Amplio Jorge Saravia, al ser consultado sobre los efectos que sentirá el turismo.
En el plan de lucha que la asamblea de Gualeguaychú convocó para el verano, los piquetes de este fin de semana implican un endurecimiento. No por inesperados, ya que se había anticipado que los realizarían en el cambio de quincena, sino por el hecho de que se han sumado, hacia el norte, las ciudades de Colón y Concordia, donde están los restantes cruces internacionales.
La determinación fue tomada el jueves en un foro de vecinos de cuatro localidades ubicadas sobre el río (las ya mencionadas y Concepción del Uruguay). El reclamo fue escalonado: a las seis de la tarde, Gualeguaychú cortó el puente San Martín; Colón se sumó a las nueve en el puente General Artigas, con interrupciones que serán “intermitentes”, según informó la asambleísta Gisela Elardo; más tarde, Concordia interrumpió el tránsito en Salto Grande. Según Pedro Pavón, de la asamblea ambientalista, el criterio acordado es el de “un corte por 24 horas con la opción de prolongarse”.
Las negociaciones entre la Argentina y Uruguay por el tema son difíciles. Las papeleras eligieron el peor de los lugares para instalarse, ya que quedarán apenas a siete kilómetros del balneario El Ñandubaisal y a 27 de la ciudad. El gobierno argentino ha reclamado por la violación del Tratado del río Uruguay, un acuerdo que establece que en un río compartido las decisiones que lo afectan también deben serlo. Pero Uruguay sostiene en el tema una política del hecho consumado y un problema que lo agrava, dicen los negociadores locales, es que las empresas ni siquiera proveen la información que se les requirió sobre qué método de producción se va a utilizar.
Para destrabar la situación, Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez decidieron crear una Comisión Binacional que debe expedirse el 31 de enero. Todo indica, sin embargo, que en ese ámbito no habrá acuerdo. Aunque los presidentes van a coincidir, unos días antes, en un viaje a La Paz para la asunción de Evo Morales, fuentes de la Cancillería dijeron que hasta ahora no está previsto un encuentro a solas de los mandatarios.
En la asamblea ambientalista de Gualeguaychú, Héctor Rubio, ingeniero, integrante además de la Comisión Binacional, sostiene que la contaminación se producirá porque las papeleras (Botnia, de origen finlandés, y ENCE, española) además de fabricar pasta de celulosa realizarán su blanqueo, proceso por el que se producen desechos tóxicos que serán volcados al río. “La pasta elaborada en base a madera de eucaliptus queda de color marrón. Para blanquearla, incluso con el sistema menos contaminante, se usa dióxido de cloro que, volcado al río y en contacto con la materia orgánica, genera dioxinas, sustancias cancerígenas y que deprimen el sistema inmunológico de las personas.” A su vez, señala Rubio, los restos de madera y químicos utilizados para hacer la pasta son volcados a una caldera y quemados para producir energía. En el humo que resulta, en contacto con las nubes, da lugar a la lluvia ácida, que quema las plantas y deteriora los edificios.“Por más que ellos hablen de controlar los desechos, el drama que tenemos es el volumen de producción que tendrán las papeleras. En la Argentina hay 10 plantas de celulosa, ocho de las cuales tendrían que estar cerradas por contaminar. Pero las diez sumadas no llegan a producir la mitad de lo que tienen previsto Ence y Botnia.”
ENCE fue encontrada culpable por la Justicia, en el 2002, de causar “daño ecológico continuado” en Pontevedra, España, donde tiene una planta de celulosa. La firma debió pagar allí una indemnización de cerca de medio millón de dólares por contaminar. Los habitantes de la ciudad consiguieron luego la sanción de una ley para que vaya de la zona, lo que ENCE hará recién en el 2018. Los efectos sufridos en Pontevedra son seguidos de cerca en Entre Ríos. De hecho, una delegación de Gualeguaychú estuvo en España para conocer de primera mano la situación y el alcalde de Pontevedra, Miguel Angel Fernández Lores, viajó después a Gualeguaychú para traer información sobre Ence. Su recomendación fue hacer todo lo posible para evitar que las fábricas se instalen, ya que en su localidad, dijo, la celulosa ha llevado “muchos perjuicios y ninguna ganancia”. De las dos plantas en construcción en Fray Bentos la más avanzada es la española, cuya chimenea se ve desde la playa de El Ñandubaisal. La papelera podría entrar en funcionamiento dentro de pocos meses, posiblemente a mediados de año.
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