Los intendentes de los 19 departamentos del Uruguay emitieron un documento de “total y absoluto respaldo” a la instalación de las dos plantas de celulosa frente a las costas de Gualeguaychú. El documento fue firmado en un encuentro celebrado en la ciudad de Fray Bentos, donde ya se construyen las fábricas. La nota consiste en cinco puntos en los que se declara el “más absoluto y total respaldo a la instalación de las plantas productoras de celulosa”. Los funcionarios se dicen, además, “conocedores de la seriedad y el respaldo técnico con que ha actuado el país en el tema”, lo que “nos permite afirmar con responsabilidad que el control de los efectos de impacto ambiental está en concordancia con las exigencias más rigurosas de la comunidad nacional e internacional para este tipo de emprendimientos”.

Los intendentes –el cargo es como el de gobernador en la Argentina– aseguraron que “comparten en un todo las acciones llevadas adelante por los gobiernos nacional y departamental, en el sentido de buscar el diálogo y el entendimiento entre los dos pueblos hermanos”.

Por otra parte, criticaron los cortes de los puentes internacionales: “Las manifestaciones de desacuerdo no deberían llegar a los extremos de impedir el libre tránsito en los puentes internacionales que unen nuestros países”.

Por último, expresaron la “voluntad de hacer todos los aportes para lograr un entendimiento con el país vecino, que permita obtener juntos el desarrollo sustentable y amigable con el medio ambiente, que merecen nuestros pueblos”.

En el Uruguay, las encuestas recientes reflejan un alto grado de aceptación de las papeleras por parte de la población que, en general, cree que las papeleras van a estar controladas para no contaminar y que las quejas entrerrianas se producen porque las plantas no están en territorio argentino. Los últimos sondeos publicados por los diarios uruguayos hablan de un 60 por ciento de respaldo a las celulosas y sólo un 19 por ciento de rechazo.

La promesa de llevar trabajo y riqueza al país es el motivo central de esta aceptación. La construcción de las plantas implicará la mayor inversión histórica del sector privado en el Uruguay y dará una salida a las miles de hectáreas de eucaliptus existentes en la región, producto de planes de forestación iniciados hace más de veinte años. Las plantas en sí, en cambio, no prevén más de 300 puestos de trabajo una vez finalizada su construcción.

Además de las fábricas sobre el río Uruguay hay preparativos para instalar una tercera celulosa pero en el interior del país, en el departamento de Río Negro.