EL PAíS › MORALES PASO POR LA ARGENTINA Y HABLO DE SUS PROYECTOS
Dio una conferencia de prensa. Se mostró cómodo, pero respondió pocas preguntas. Dijo que a Bolivia le interesa aumentar el volumen y el precio en las ventas de gas. Pero no avanzará hasta después de asumir. Explicó que necesita la reforma constitucional. Y partió raudo.
› Por Miguel Jorquera
Agradeció “al pueblo argentino, a su gobierno y especialmente a su Presidente por la invitación.” Pero Evo Morales no quiso precipitar definiciones sobre los acuerdos comerciales por la venta de gas a nuestro país en su encuentro con Néstor Kirchner. Aunque dejó en claro que tiene “sumo interés por mejorar los volúmenes de las exportaciones” como “también mucho interés en mejorar el precio”. La reducida comitiva que acompañó a Morales se llevó bajo el brazo las carpetas con los anteriores convenios gasíferos firmados entre ambos países y sólo después de su asunción comenzarán a trabajar “las comisiones técnicas” que se encargarán de las negociaciones. Dijo que “humildemente vino en busca de experiencia” y se lleva un consejo de Kirchner: “Escuchar siempre a los pobres”. Sin embargo, Morales piensa que sólo una Asamblea Constituyente podrá dotarlo de la legislación que le permita “refundar Bolivia” y cumplir con el programa que prometió al amplio espectro social que lo ungió presidente.
“El tema energético es importantísimo, nos liga a los dos países. No hubo ninguna negociación. No estoy autorizado para negociar, seré presidente electo pero no en ejercicio, cuando tome posesión vamos a movilizar equipos”, dijo Morales en una conferencia de prensa en la Casa Rosada, con una larga introducción del presidente boliviano y escasas preguntas y respuestas. “Nos importa bastante fortalecer estos acuerdos energéticos. Tenemos mucho interés en aumentar los volúmenes de exportación para que haya más recursos económicos. Es verdad también tenemos mucho interés en mejorar el precio. Vamos a discutir este tema está en la agenda”, afirmó Morales.
Pero la agenda con Kirchner también abarcó la problemática de los inmigrantes bolivianos en nuestro país, cuya cifra oscila entre 1,5 y dos millones de personas. Morales planteó el problema de la documentación y lo expuso crudamente. “He visto en Europa que hasta los perros tienen pasaporte, y en mi país mis hermanos aymaras no tienen documentación, ni certificado de nacimiento. Hay esclavitud, lamentablemente a eso nos ha llevado el modelo neoliberal que no ha sido solución en mi país, hay que cambiar pero en democracia. Mediante la Asamblea Constituyente queremos acabar con ese estado de colonialismo”, dijo para luego cifrar su esperanza en que el gobierno argentino lo ayude en este tema.
Es que ese problema está ligado a las expectativas políticas que Morales deposita en una constituyente, para tener una legislación que le permita llevar adelante su programa. Que incluye que los bolivianos que viven en el exterior “tengan derecho a votar”, y para ello necesitan que estén documentados.
Luego volvió sobre el tema del gas. Afirmó que “felizmente, con mucha transparencia, el presidente Kirchner nos entregó las carpetas de los acuerdos firmados con los anteriores gobiernos”, un tema que también analizaban en La Paz sus colaboradores en la comisión de traspaso de mando. “Estaba revisando los contratos que hicieron los gobiernos anteriores –dijo mucho más adelante para volver a referirse a los precios de las exportaciones bolivianas–, ha sido cuando el barril de crudo costaba 18, 19 dólares; ahora ya está en 60 o más de 60 dólares. Y algunos expertos dicen que van a pasar los 100 dólares. Los precios internacionales siempre afectan a los pueblos. Yo estoy convencido de que en Bolivia debe haber un precio especial interno, así como hay en Venezuela”, para luego insistir que “no puede ser que el boliviano viva encima del gas sin gas”.
Evo llegó a salón de conferencias de Casa Rosada acompañado sólo por el canciller Jorge Taiana que lo presentó como el “honorable huésped” del Gobierno y cedió todo el protagonismo al electo presidente boliviano. Morales no dudó en devolver el gesto. “Estoy muy contento por la reunión, encuentro un compañero, un hermano, un experimentado presidente que empieza a resolver los problemas en este país vecino”, dijo en el comienzode su discurso ante los periodistas. “Me doy cuenta de que tenemos muchas coincidencias –continuó–, por ejemplo, antes del presidente Kirchner acá había muchos conflictos sociales. Yo preguntaba con mucha sencillez, humildad y respeto cuál es el secreto para resolver problemas y el Presidente me contesta que ‘hay que estar al lado del pueblo’. Esa es mi experiencia sindical, ahora me toca la administración del Estado.”
Morales explicó la valiosa experiencia que recogió en su gira por ocho países de cuatro continentes. “Quiero agradecer a muchos presidentes que me orientaron o aconsejaron. No es una cuestión de subordinación sino más bien recibir recomendaciones”, aclaró replicando las quejas que la oposición le hace desde su país por su acercamiento al venezolano Hugo Chávez y el cubano Fidel Castro.
Incluso volvió a insistir que “no habrá corrida cambiaria” en Bolivia y contrarió a quienes lo denostaron durante la campaña electoral: “Dijeron si Evo es presidente les va a quitar sus empresas, sus propiedades privadas. Totalmente falso. En mi gobierno no sólo vamos a respetar la propiedad privada, vamos a protegerla. Me he dado cuenta que es importante la inversión pública y privada. Vamos a garantizar que los inversionistas privados tienen derecho a recuperar su inversión pero también tienen derecho a la ganancia”.
Aunque rápidamente aclaró las reglas de juego. “Sólo queremos que las ganancias sean en el marco de principios de equilibrio, que los Estados, los pueblos también se beneficien de esos recursos naturales. Vamos a ejercer nuestro derecho de propiedad sobre los recursos naturales, es un derecho, es tarea del Estado. Pero vamos a ser radicales con empresas que no cumplan con las leyes bolivianas, contrabandistas, que no pagan impuestos ni respetan las leyes bolivianas.”
Promediando su discurso y refiriéndose a la diversidad “étnica- económica” de la población de su país, se permitió hacer un chiste con los rasgos comunes con Kirchner. “En Bolivia somos diversos, hay algunos negros, blancos, morenos. Me he dado cuenta de que con el presidente Kirchner tenemos algo de parecido: los dos tenemos nariz grande, quizá somos hermanos, habría que investigar de dónde venimos”, ironizó.
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